Voces acalladas, debate cero
El juego de la política pone a los legisladores nacionales, en pos de una toma de decisión de la cual depende mucho del futuro de los diversos ciudadanos que poblamos este país, hablamos de los superpoderes para el Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.
Oficialistas u opositores, estos ciudadanos elegidos por la voluntad popular tienen la obligación de dar a conocer cuales son las posturas que adoptarán en cuanto a la decisión que deben tomar en la futura votación.
Los legisladores de nuestra provincia, la mayoría de ellos oficialistas a ultranza, darán sus veredictos a favor de la posibilidad de que Aníbal Fernández haga y deshaga a su antojo aquello que quiera con el presupuesto nacional. Esto no constituye una novedad para nadie, es sabido que estos funcionarios entrerrianos no tienen ningún prurito en acompañar ciegamente lo que viene desde el Estado Nacional, no hay traba posible frente a esto.
En nuestra provincia, mucha agua ha corrido bajo el puente, y en cuanto a superpoderes y manejo de presupuestos bien saben Montiel y Busti. Por si o por no, ambos mandatarios han tenido que subordinar a sus fuerzas, y hoy poco es el debate que desde la provincia se plantea frente a la posibilidad de que esto se lleve a cabo a nivel nacional.
La historia reciente nos habla de dispendio y mal manejo de fondos, ya sea a nivel nacional como provincial, por lo que dudar del mismísimo Aníbal Fernández es una práctica que resulta natural, por supuesto. El manejo del presupuesto siempre ha sido una función del Congreso, por lo que este no debería sucumbir a las presiones del Ejecutivo Nacional y dictaminar a favor de estos intereses. Poco saludable es la falta de discenso y pocas son las voces que se alzan en contra de la postura que se desea mayoritaria.
Esperemos que antes de la votación en cuanto a los superpoderes se puede llevar a cabo un debate amplio y sin mezquindades, para poder sacar a la luz las intenciones reales de un gobierno nacional, que sin una fuerte oposición, hace y deshace a su antojo.
En este caso no es menor aquello que se propone reformar y seguramente será necesaria mas que una discusión personalista, pues para poder enfocar aquello sobre lo cual se desea sacar provecho, muchos factores deberán confluir sobre los mismos intereses.
