Se vienen cambios en el Gobierno Nacional: el escándalo de los audios lo cambió todo. En Entre Ríos atentos al resultado electoral de PBA

En nuestra provincia, el nerviosismo es palpable en el oficialismo aliado a los libertarios en la coalición Alianza La Libertad Avanza (ALLA). Antes del escándalo de los audios que involucran a Karina Milei, las expectativas eran altas. Se proyectaba un desempeño excelente en la elección de hoy en Provincia de Buenos Aires, e incluso un triunfo, impulsado en gran medida por el apoyo de la Primera Sección Electoral, que abarca el norte del Gran Buenos Aires (Vicente López, San Isidro, Tigre, San Fernando, etc.). Pero el ambiente de corrupción que envuelve a la cúpula del gobierno nacional sugieren un resultado electoral adverso y un efecto arrastre para octubre con tufillo a revés electoral para el oficialismo entrerriano.

El clima político ha cambiado drásticamente. El escándalo, que sugieren un «topo» en el poder  desparramando audios sobre presuntas irregularidades, ha golpeado con fuerza la imagen del presidente.  Ahora, el temor en nuestra provincia, es que la derrota en Buenos Aires sea mucho más amplia de lo esperado, superando la barrera del 3%. Un resultado tan negativo tendría un impacto directo en las proyecciones para las elecciones de octubre, y pondría en jaque las alianzas de Javier Milei. También la tensión económica y los dentro del espacio libertario alimentan la tormenta.

Javier Milei encara una elección de medio término en la Provincia de Buenos Aires (PBA) sumergido en los escándalos que rozan a su hermana Karina Milei. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, ha intentado apagar el fuego iniciado por un tuit de Daniel Parisini, conocido como el «Gordo Dan», que amenazaba con un resultado similar al «cajón de Herminio». Francos, en la intimidad, se desentiende de Parisini: “No hablo con él, ni me interesa. No tengo trato”. La situación es caótica. Un «PRO libertario» confiesa: “Sobre los audios de Spagnuolo recién recibimos instrucciones en el chat de candidatos el fin de semana pasado. Volvé Marcos Peña, te perdonamos”.

La tormenta se desató en un momento delicado, un rayo sincronizado que golpeó a la Casa Rosada: el rechazo al veto presidencial a la ley de Discapacidad, la presunción de coimas en la ANDIS y los audios de Karina Milei que sugieren la existencia de un «topo» en el poder. Este último punto es especialmente sintomático, ya que Milei se jactaba de ser «el topo que destruye el Estado desde adentro» y utilizaba la discapacidad como insulto.

La interna entre Guillermo Francos y Santiago Caputo ha sido una montaña rusa. Caputo, que antes era una figura de poder in péctore, ahora parece un «monotributista desatado». La voracidad del Presidente por ganar enemigos y perder amigos es pavorosa; un destino que ya le tocó a Nicolás Posse. Desde Los Ángeles, Milei envió un mensaje contundente: “Vuelvo y resuelvo”, un epitafio irónico para «Las Fuerzas del Cielo». Para reposicionarse en el «Triángulo de Hierro», Caputo apunta contra Lule y Martín Menem, aunque se sabe que «si Karina es Milei, Menem es Karina».

El «resuelvo» del Presidente es mucho más que un simple cambio de gabinete. Es una puja por el poder. La pregunta que flota en el aire es si un «empate técnico» en la elección de hoy será suficiente para tomar una decisión de tanto peso, que inevitablemente dejará más heridos. El manual político sugiere esperar hasta después del 26 de octubre, pero el gobierno, con el desgaste actual, la tensión por el dólar y la caída del consumo, no parece tener tiempo.

El panorama en la PBA: de un triunfo soñado a una batalla incierta

Dos imágenes del cierre de campaña revelan la complejidad de la situación. En Moreno, Milei se mostró solo con dos candidatos que podrían cumplir con un buen desempeño: Guillermo Montenegro en la Quinta y Oscar Liberman en la Sexta. Los de la Primera (Diego Valenzuela) y la Tercera (Maximiliano Bondarenko) quedaron fuera del «cuadro ganador». Gonzalo Cabezas, de la Cuarta, ni siquiera asistió. Los libertarios solo podrían salvarse de una derrota si hay un «batacazo» en la Primera Sección. “El problema de La Libertad Avanza son los libertarios”, confiesa un militante de esa zona.

Durante el acto, Milei intentó revertir el clima enrarecido. “Se metieron con mi hermana, vaya que están asustados”, gritó, en alusión al escándalo de los audios. El escenario, custodiado por el «Nene Vera», el del Audi descapotable, fue testigo de la interna. Vera se peleó con Sebastián Pareja, «la lapicera de hierro» de Karina Milei, por el armado de listas.

Mientras tanto, en la vereda de enfrente, Axel Kicillof y Sergio Massa sellaron un pacto tácito. En Tigre, Kicillof hizo llorar a Massa al llamarlo «el artífice de la unidad». Este acuerdo, que posterga la pelea por el 2027, es la contracara de una escena de furia de Massa en la intimidad, cuando descubrió una supuesta «traición» de Kicillof en las listas. A pesar de esto, Jorge Ferraresi ya ha postulado a Kicillof como candidato a presidente para el futuro.

Un «empate técnico» en esta elección, más que un final, sería un «comienzo abierto». Si Milei pierde por poco, lo festejará como un triunfo sobre la «casta». Con el PJ gobernando 84 de 135 distritos, el radicalismo 27, el PRO 13, Peronismo Republicano 2, vecinalistas 6 y LLA 3, Milei podría decir que salió ileso del aparato peronista y celebrar un piso de bancas superior.

La pelea de tercios en las secciones y el factor “indecisos”

El resultado servirá para ordenar o desordenar la interna del peronismo. Una caída de «Fuerza Patria» será utilizada por Cristina y Máximo Kirchner para castigar a Kicillof por desdoblar la elección. La madre y el hijo esperan los resultados en San José 1111, con la sospecha de que «traman algo». Con el Gobernador, ya no hablan, se «ladran».

Los indecisos, que rondan el 10% y llegan al 20% en secciones como la Segunda, Cuarta, Séptima y Octava, son los héroes de este lío. Su desencanto podría beneficiar a la izquierda. La Libertad Avanza, que creía que el triunfo en la Primera compensaría la Tercera, vio cómo ese entusiasmo se desvaneció. En la Segunda y la Cuarta, un fallido cierre de campaña sembró una «pelea de tercios» con localismos como los hermanos Passaglia y Pablo Petracca (PRO). “Creemos que los libertarios pueden salir terceros”, dice un peronista que conoce el territorio. Solo la Quinta y la Sexta parecen triunfos seguros para LLA.

La interna también se vive en la fiscalización. Santiago Caputo, que algunos comparan con «Máximo Kirchner» por su arrastre de pies, y Pareja discutieron duramente. Caputo carga el costo de no haber prevenido el daño de los audios. “Falló la SIDE, por donde lo mires”, dicen en el entorno presidencial. Karina Milei y Martín Menem sospechan de espionaje en Diputados e investigan si hay micrófonos en los despachos. Un ministro apunta a «Bruno Bindi», mientras Lilia Lemoine despotrica en la intimidad que los «infiltraron» y desoyeron sus advertencias.

Intrigas judiciales y un “pasado que insiste”

La trama se ramifica a la justicia. El gobierno usó al juez federal Alejandro Patricio Maraniello, acusado de acoso laboral y sexual, para frenar con una cautelar la difusión de nuevos audios. Se anticipa un escándalo en la justicia bonaerense, donde la jueza Julieta Makintach, del caso Maradona, podría ser un ariete para provocar un «sismo en la Suprema Corte».

El pasado también insiste. En las últimas elecciones, Karina Milei armaba listas con ayuda del massismo en una oficina de la calle Mitre. Ahora, un casting de Caputo para «elevar el nivel» de las listas solo logró sumar a Nahuel Sotelo. En el cierre de campaña en Moreno, se vieron «barras encapuchados». Incluso se barajó la candidatura a concejal en La Matanza del influencer «Julio Pitbull», pero tenía antecedentes penales.

La “doble vara y la doble banda” no solo se aplican al dólar, sino a una realidad constitutiva, «supra», que subyace y de tanto en tanto salpica, como un monstruo mitológico que se deja ver, pero no del todo. Mientras tanto, en el conurbano, la gente está en shock. «Mando a mi hijo a un colegio privado en Quilmes y los chicos fuman porro en el aula. Los docentes y los padres están desbordados”, relata una mamá de La Cañada.

Un final abierto: entre la nostalgia menemista y el «eterno trauma nacional»

Con Santiago Caputo en retroceso y Lule Menem ganando poder, el “revival” de Milei ha sido la nostalgia menemista. Las «Fuerzas del Cielo» están afuera, incluidos los trolls. “Bueno. Llegó la hora”, publicó Caputo en X, saliendo del anonimato. La pregunta es: ¿qué hora? ¿La de los relojes derretidos de Dalí? El filósofo Grafton Tanner habla del «porsiemprismo», una «crisis de futuro» en la que «nada termina nunca».

Un experimentado peronista advierte: “Ojo, no se puede sobreestimar a los aparatos. Estamos en otro 2001”. Milei, que regresó de Estados Unidos, enfrenta más que una elección trascendental. Como si los finales y los comienzos se fundieran en un mismo punto, el Presidente se prepara para lo que venga, sabiendo que la incertidumbre es el único resultado seguro.

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