Editorial Programa «De Frente» Nº 2.649
Un tema que seguramente generará mucha controversia a nivel local y provincial es aquel que tiene que ver con la futura contratación de parte del municipio de Paraná, de una empresa foránea, la cual se encargará de optimizar la recaudación de las tasas e impuestos locales.
El otorgar estas facultades a una empresa, es una privatización encubierta. Otorgarle a una firma “de afuera” la facultad propia del estado municipal de su poder de policía habla de un desapego real de aquello que son sus funciones obligatorias. Esto alguna vez fue intentado por el gobierno de la provincia en el año 95` con el Estudio Jurídico Reales y Asociados, lo que redundó en un escándalo para todos los ciudadanos, y finalmente el Gobierno tuvo que dar marcha atrás, bajando así el convenio ya firmado.
También lo hizo Orduna en su periodo como intendente de Concordia entre el 1999-2003, y vale la pena recordar como le fue luego políticamente; se presentó como candidato por las internas del PJ para diputado nacional y el mismo perdió hasta en su propio municipio y por muchos votos en contra. Uno se pregunta, ¿dónde esta Orduna?, y si ¿a Solanas nadie le avisó de esto?
Por lo que se rumorea, el intendente de Paraná está desesperado en recaudar, pero contratar una empresa o estudio no necesariamente haga real este cometido. Lo cierto es que si esto se lleva a cabo, los ciudadanos de esta ciudad vamos a ser fuertemente apretados por terceros, porque el Estado municipal no puedo hacer nada frente a esto. Si el fin es optimizar la recaudación, también se suma a esto el ceder el poder de policía propio de los estamentos de gobierno.
En estas horas se ven muchas maniobras para poder llevar a cabo esto, las mismas que se podrán observar si finalmente se aprueba este proyecto. En muy pocas manos quedará el dinero de los ciudadanos, un dinero que no tendrá posibilidad de ser controlado. Lo cierto que el control caerá sobre los ciudadanos, pero la empresa carecerá del mismo destino, vaya paradoja. El que sea amigo podrá arreglar por afuera, como paso anteriormente, siendo beneficiados algunos en perjuicio de todos los contribuyentes.
Esto no habla para nada bien de la situación en el municipio de Paraná. Lo complicado y turbio de algunas cuestiones que se vienen dando a conocer desde el área de servicios, transporte, control y habilitaciones que dirige el arquitecto Luis Zatti, un hombre de extrema confianza para Solanas, hace que muchos desconfíen. Numerosas denuncias han aparecido desde dentro de la Municipalidad dando a conocer irregularidades propias de la gestión local, pero aquellos que las han realizado han sido sumariados y perseguidos, por lo que parece ser que hay gente que no quiere que las cosas salgan a la luz.
Zatti fue sospechado y denunciado por arreglos “non sanctos” con vastos sectores empresariales, a favor de estos últimos, quienes abiertamente perjudicaban a la municipalidad y a los contribuyentes en beneficio propio. Uno de los claros ejemplos fue el grupo que mantuvo el Parador I del Thompson, una obra que fue denunciada por los vecinos en tanto que hacían un consumo del alumbrado eléctrico que era recargado a los mismos vecinos. Este emprendimiento privado, no permitía a los paranaenses disfrutar de un lugar que había sido construido abierto a la ciudad. También “Budha” es otro de los boliches que se ha beneficiado con los arreglos de Zatti, pero eso es sabido por pocos.
Es una lastima que la supuesta transparencia que dicen hay en la Municipalidad no aparezca por ningún lado, dado que esta gestión se asemeja a otras conducciones nefastas, mas cuando se dice a boca llena que “Paraná volvió a la Vida”. Esta vida esta muy cercana a una vida sombría y oscura, que muy pocos quieren para su ciudad.
Como dijo el filósofo: “para subsistir, es necesario hacer lo contrario de lo que se predica”
Ricardo David