EDITORIAL PROGRAMA “DE FRENTE”
Se dio el primer quiebre de importancia en la recta final de las elecciones provinciales, restando solamente poco más de dos semanas de campaña.
Quien lo hizo fue el Intendente de Gualeguaychú Daniel Irigoyen, haciendo público su apoyo a Julio Solanas para la Gobernación. El que sufre esta decisión es Emilio Martínez Garbino y su Partido, ya que Irigoyen no sólo pertenece a este sector sino que fue uno de los fundadores del Nuevo Espacio y la Concertación Entrerriana, más allá de la buena relación que tiene con Julio Solanas.
Pero todavía queda otra parte del revés que sufrió Garbino, ya que Irigoyen realizó el anunció en Gualeguaychú, donde la Concertación Entrerriana tiene cifradas esperanzas de mantener el poder, más allá de la suerte que puedan corren en el resto de la Provincia.
Es quiebre es el primero de importancia, pero ¿Será el último?
Al PJ oficial le ha ido bien ante la división de la vereda de enfrente. ¿Se seguirá manteniendo esta dispersión o aparecerá alguna jugada fuerte de los sectores opositores hacia la fórmula que encabeza Sergio Urribarri y promociona Jorge Busti? Un Jorge Busti que ya comenzó a promocionar públicamente su figura hablando en primera persona y pidiéndole a la gente que lo vote como Diputado Provincial, para acceder a un puesto que le permita garantizar un contralor para los programas de Gobierno, de una lista que él mismo impulsa y que según las encuestas gana.
Es decir, ahora Busti pide que le permitan controlar su propio armado.
Dijimos que hasta ahora la oposición al oficialismo está dispersa, cada uno por su lado, tanto Solanas como el Nuevo Espacio de Garbino o la Unión Cívica Radical con Varisco y Cusinato. ¿Habrá en estos últimos días una jugada de estos sectores que pueda provocar un gran efecto en el electorado? Algo que lo cambie todo, como que Solanas se baje y lo apoye a Garbino o Garbino a Solanas, tal vez lo mismo podría ocurrir entre la UCR y Solanas, o viceversa, o quizá resulte que ambos terminen apoyándose mutuamente.
Hasta el momento, lo único que la oposición ha unificado son las críticas al oficialismo: todos contra el Gobierno pero cada uno desde su lado. Queda la impresión de que el oficialismo tiene todo controlado para que las cosas se den de esta manera, o por lo menos es lo que aparenta, queriendo mostrar que lleva las riendas de esta realidad electoral.
El sector oficial se muestra marcando el ritmo a una altura donde nadie espera sorpresas. Porque ¿Quién podría imaginar que la oposición mayoritaria se una en un proyecto conjunto a sólo 18 días de los comicios? Realmente, muy pocos.
Pero es mucho lo que se juega y cualquier cosa puede ocurrir.
En definitiva, como dijera un filósofo: «Nadie que ha alcanzado el éxito lo ha hecho a base de dar excusas».
Ricardo David.