EDITORIAL PROGRAMA «DE FRENTE»
Con una gran victoria, el PJ oficial obtuvo el 47% de los votos en la Provincia.
Siempre estuvo presente la incógnita de adonde iba a ir a dar el voto independiente de ese 40% de los entrerrianos que define la elección, aunque ahora el oficialismo sostenga que ganó con el voto Peronista.
Sin embargo los números de ayer, donde el oficialismo (Urribarri) obtuvo 290.000 votos –el 47%- y Solanas 113.000 votos – el 19%, muestran que el PJ quedó dividido en dos. Y es que el Justicialismo cuenta con un padrón de 220.000 afiliados, con lo cual se ve que del total obtenido por la lista 100, los votos de los Solanas, los Cresto, los Berthet y los Jodor también son Peronista.
Mientras que los Radicales, obtuvieron en la Provincia 122.000 votos, cifra muy cercana al número de afiliados con el que cuenta el Partido Centenario.
Con estos datos, queda claro que ese 40% de electorado independiente que siempre definió las elecciones, ayer lo hizo inclinándose masivamente hacia el partido gobernante. ¿Por qué? La respuesta es muy clara.
El Gobierno (Jorge Busti) le garantizaba el pago de los sueldo en pesos y al día. Y es por eso que Busti, durante la campaña, se encargó de difundir que sus adversarios eran malos administradores. Instalando en la sociedad cosas como que si Solanas ganaba iba a hundir la Provincia igual a como había fundido la Municipalidad de Paraná, o que el triunfo de los Radicales podría llevarnos a un pasado de sueldos atrasados y Federales.
Un Busti que demostró, una vez más, ser un gran conocedor de los miedos y los temores de las personas. Y no se equivocó, la gente votó con el bolsillo.
Quizás Julio Solanas, uno de los adversarios, se dio cuenta de la estrategia recién en la última semana, donde trató de instalar que si llegaba al Gobierno garantizaba el pago de sueldos a término, tal como lo hizo en el Municipio de la Capital Provincial. Pero esto no fue suficiente, la gente votó a quien sentía que le garantizaba el cobró al día y no se aventuro con la posibilidad de otros candidatos.
Hoy, después de la elección, se comenzaron a escuchar muchas cosas: que se compraron votos a través de contratos, subsidios, dádivas, voto cadena, fiscales, etc. Cuestiones que a lo mejor existieron, pero: ¿Cuánto se puede sumar con esto? ¿Qué cantidad de votos se pueden quebrar o comprar? Tal vez 1.000, 2.000 o 15.000, pero cuanto es esto sobre un total de 860.000 votantes.
Un electorado independiente que para esta elección siempre se mantuvo en silencio, como si quisiera ocultar su voto, mientras la gran mayoría dejaba traslucir que jamás habría elegido al Bustismo. Cuestión que llevaba a pensar ¿Por qué esta vez iba a ser diferente? Y sin embargo, lo fue.
Ese voto silencioso, vergonzante, fue como la elección de Menem en el 95, donde nadie lo había votado pero sin embargo aplastó con un gran triunfo.
Queda la impresión de que esta vez la gente actuó de la misma forma. Que aunque no les guste Busti o estén hastiados de muchas cosas, en definitiva, el bolsillo pesa mucho más.
Como dijera un filósofo: «Antes son mis dientes que mis parientes».
Ricardo David.