El periodista Horacio Barrionuevo denuncia que le robaron en su domicilio.
“Ahora sé que nadie está exento de que le ocurran estas cosas y vivo en carne propia la sensación de muchos de que algo hay que hacer con el tema de la seguridad”.
“Uno piensa que en los edificios puede vivir más seguro, pero hoy pude comprobar que esto no es así. Al mediodía, después de salir de la radio, al llegar a mi casa me encontré con la puerta violentada. Vivo en un edificio céntrico, a cuatro cuadras de la plaza principal, donde hay custodia policial, facultades y varios edificios”.
“No me robaron nada, para mí, alguien le aviso al ladrón que yo estaba por llegar y por eso no alcanzó a llevarse nada”.
“Nadie vio nada y a estas alturas no sé qué pensar. No creo que haya sido un acto de intimidación porque no recibí ningún tipo de nota ni ningún mensaje a mi celular. No creo que los comentarios que hago en mi programa, La Mañana de Rivadavia, hayan sido el motivo para que me intimiden”.
“En mi casa plata no iban a encontrar, pero están las cosas que uno se compra con mucho esfuerzo”.
“La policía hace lo que puede, llegaron a mi domicilio y levantaron las huellas digitales. Esto después pasa a un Juzgado”.
“Las autoridades tendrían que invertir más en seguridad, por ejemplo, en la digitalización de huellas digitales. Las huellas digitales de un ladrón sin antecedentes hay que compararlas manualmente. Si realmente se quiere trabajar en la inseguridad se podrían invertir 500 mil pesos para adquirir un sistema de digitalización, que para el área de Seguridad de la República Argentina es sólo un vuelto”.
“Con este tipo de hechos uno se siente más inseguro que nunca. Una persona desconocida estuvo revolviendo mis cosas personales y eso no es nada lindo. Estoy acá en la radio y tengo la preocupación de que alguien podría estar en mi casa”.
“Estoy evaluando la posibilidad de mudarme a un sitio más seguro. A mí familia también le robaron hace poco y fue un menor que ahora está en libertad. En mi casa paterna no se puede abrir una ventana para mirar porque hay rejas. Es muy complicado vivir ante tanta inseguridad”.
“Es muy fea la sensación de que uno no tiene privacidad, hay fotos en la policía de mi casa, un desconocido sabe qué cosas tengo, y mi casa ahora es pública”.
“Uno no tiene que limitarse por el miedo, tiene que seguir haciendo cosas y seguir trabajando”.
