Claro mensaje del STJ a la ministra
Después de la gran polémica, el abogado de 71 años de edad y con una larga trayectoria profesional llegando al ocaso impulsado por la ministra Romero y el ex gobernador Busti, deberá someterse a un concurso si quiere integrar la cámara de casación penal.
Sin dudas que la noticia de la jornada la protagoniza el Poder Judicial de la Provincia, principalmente su máximo órgano, el Superior Tribunal con la elección de quienes llenaran los tres asientos en el estrado de la Cámara de Casación Penal con asiento en la ciudad de Concordia.
La elección comenzó ayer, cerca del mediodía, en la sede del Superior Tribunal de calle La Paz y San Martin de la capital entrerriana.
De solo pasar por la puerta del importante edificio se podía percibir que los ánimos dentro estaban lo suficientemente caldeados y el clima enrarecido, inclusive a pesar de la siempre bien predispuesta muy buena atención de las empleadas de mesa de entradas de la sala de procedimientos constitucionales.
No era para menos, en la ante sala a la elección se había generado una importante polémica y un gran revelo que lógicamente excedió lo judicial para hacer pie en lo político luego de haberse conocido los nombres que se barajaban para la integración.
Ni los Dres. Silvina Gallo, Dario Perroud ni siquiera el recientemente postulado Roberto Cadenas como tampoco el ya fuera de la lista por su designación en el Superior, Martin Carbonell habían despertado objeciones un polémicas.
El revuelo se armó con los letrados pretendientes al cargo de la capital entrerriana, los Dres. Guillermo Mulet y Julio Federik.
Detrás, dos sectores importantes se disputaban los impulsos y postulaciones, en el caso de Mulet, era querido por el presidente del Superior, el Dr. Emilio Castrillón y venia impulsado por Cambiemos, puntualmente el ministro Rogelio Frigerio y el senador Raymundo Kisser.
El envión de Federik provenía de la propia ministra de gobierno y justicia, Rosario Romero y del ex gobernador Jorge Busti.
Un Federik que fue lanzado luego de las fuertes replicas que se escucharon desde Concordia contra Mulet, vetándolo Romero, Busti, inclusive el gobernador Bordet y en general el justicialismo.
Sin embargo, ni Mulet ni Federik finalmente conformaran la terna interina que decidiría la sala penal y de procedimientos constitucionales, ya que el cuerpo, ante la gran polémica desatada, resolvió dar marcha atrás e instar a la ministra Romero a que por intermedio del Consejo de la Magistratura llame a concurso publico de antecedentes y oposición.
Una decisión con un claro mensaje de parte del Presidente del Superior y sus vocales a la ministra que patrocinaba a Federik.
Un Federik que a los 71 años de edad y con un largo camino recorrido en lo profesional deberá ponerse a estudiar, rendir ante el Consejo de la Magistratura y dar un buen examen si quiere llegar a conformar el tribunal de Casacion, es decir, deberá someterse a una evaluación en igualdad de condiciones con sus contendientes.
Un claro mensaje hacia el pretendido profesor y, en consecuencia, a la ministra, que con su amplia y extensa trayectoria profesional llegando a su fin, se escuchó en los pasillos del Superior, parecerá hasta razonable que por amor propio y dignidad desstita de cualquier postulación, o, también se dijo en aquellos pasillos, en cambio, prime la postulación como queriendo mejorar la jubilación por ante la pretendida dignidad.
Pasillos del edificio de calle La Paz en los cuales se podía percibir el clima tenso en miembros del Superior Tribunal, comentándose sobre un importante hartazgo por parte de los mismos a las presiones e imposiciones por parte de la cúpula del gobierno por algunos de los pretendientes, entre ellos Federik.
Inclusive, según señalaron los mentideros judiciales, se hablaba de que aquella pretendida “trayectoria en el ejercicio de la profesión”, no valía a la hora del cargo en discusión ya que el mismo no había pasado nunca por la magistratura a través de un concurso.
Asimismo, “off de record”, se habría hecho hincapié en varias designaciones impulsadas por Romero como también por propio Federik para sus allegados que originariamente no saltaron aquel mecanismo de designación.
Varios de estos mentideros pudieron escuchar a más de un miembro del STJ repetir que, ni más ni menos, estaba en juego la independencia de la Justicia ante las ocurrencias de la ministra de gobierno.
Situaciones que habrían sido determinantes para el Superior Tribunal de Justicia que, sumado a la polémica, prefirió poner en cabeza de la ministra la obligación de llamar a concurso público y que finalmente sea el Consejo de la Magistratura quien evalué los candidatos, los cuales deberán estudiar y rendir examen, y que sean los más preparados los incluidos en la terna que deberá elevarse al gobernador Gustavo Bordet para que este integre el tribunal que recientemente se creó con asiento en Concordia.
