El peronismo de Tala no reparte la boleta sino que invita a los afiliados, simpatizantes y militantes a retirarlas de la sede partidaria

Las muestras de la escasa movilización y trabajo de la dirigencia y militancia del justicialismo producto del poco entusiasmo de la lista armada por el gobernador están a la vista, recién este viernes Bordet puso a disposición las balotas que mantuvo ocultas más de una semana.

Mucha polémica y repercusión generó en las filas del justicialismo entrerriano la estrategia de Gustavo Bordet y su equipo de campaña de cara a las elecciones nacionales del próximo domingo 11 de agosto.

Desde el lunes pasado, es el comentario generalizado entre la dirigencia y militancia la ausencia de las boletas del PJ en las calles de la provincia, una marca registrada del peronismo en cuanto a movilización y trabajo de campo previo a cualquier comicios.

Desde que arrancó la campaña electoral, al peronismo se lo vio pasivo, los actos de inauguración de promotoras fueron claros ejemplos.

Los candidatos a legisladores elegidos por Bordet visitaban las localidades y la participación de la militancia y dirigencia fue en todos los casos muy escasa. El encuentro de Santa Elena que encabezó Marcelo Casaretto fue tan solo de una docena y un perro, en igual sentido la actividad que encabezó Edgardo Kueider en la ciudad que lo vio nacer, donde no pudo completar las sillas dispuestas o también el caso de Stefania Cora en Chajarí con una participación de 15 personas.

A esta altura está claro que la lista que armó Bordet no logró entusiasmar a nadie, principalmente a los propios que son quienes activan espontáneamente para salir a caminar las calles para convencer o persuadir al electorado de que la propuesta peronista es la mejor.

Distinto es el caso de la formula presidencial, desde que Cristina Fernández realizó aquel renunciamiento histórico a la presidencia y eligió a Alberto Fernández para que ocupe el lugar que naturalmente le correspondía por ser la dirigente que mejor media del peronismo nacional, la militancia hizo un click, no el kirchnerismo que siempre la acompañó, sino más aun otros sectores que hasta ese momento incluso hasta la rechazaban.

Desde aquel 18 de mayo, el entusiasmo en el peronismo era palpable, finalmente el PJ presentaba una propuesta de unidad superadora frente a un Mauricio Macri que venía en picada en su imagen.

Llegó el 22 de junio, el día de cierre de listas, y en la Provincia todo aquello se desvaneció luego de que el gobernador Gustavo Bordet anunciara los nombres que había elegido para conformar la lista de legisladores nacionales que acompañarían la formula.

Nombres que provocaban y provocan rechazo tanto, puertas adentro, como afuera. Los claros ejemplos son las cabezas de propuestas, Kueider y Casaretto, aunque con variables.

Casaretto sin dudas representa una de la figuras que mayor repulsa genera en el peronismo porque desde siempre ha vivido a costa del Estado, no conociéndose actividad privada alguna por parte del presidente de IAPV a pesar de ser contador.

Un hombre que a cada elección que se presentó perdió y que nuevamente es honrado por la conducción del oficialismo provincial primero en un cargo de tamaña importancia como IAPV y ahora con una banca segura en el Congreso Nacional.

Pero como si esto fuera poco, Casaretto es uno de los funcionarios de Bordet más odiados en el sector independiente, su trato con la gente o más bien destrato desde que comenzó a ocupar cargos en el gobierno califica su desempeño como funcionario.

El ejemplo más reciente lo constituye la polémica frase que les propinó públicamente a los adjudicatarios de las 800 viviendas de la Mutual Modelo que denunciaron las roturas y deficiencia de las mismas a los pocos meses de haber sido entregadas: “si no les gustan que las devuelvan”. Frase que quedará para el recuerdo lamentablemente por la indignación y repudio que generó.

Lo de Kueider también es digno de comentario. Su actividad política la desarrolló en Concordia, donde ocupó varios cargos públicos, aunque nunca ganó una elección.

Previo al desembarcó en las funciones públicas, según los peronistas concordienses que lo conocen y muy bien, vivió de mendigo de la política, vale decir, sus ingresos procedían del dinero que lograba recaudar de los pedidos que le hacía a los dirigentes.

“Kueider miraba los sanguchitos de miga como si nunca los hubiera visto”, es la frase de un dirigente de Concordia que describe a la perfección el pasado del actual secretario general de la gobernación.

Para quienes saben el paño político en la capital entrerriana, el pasado de Kueider se asemeja al actual presente de “Panki” o “Pan crudo” como es apodado el reconocido y peculiar personaje querido de la política -a diferencia del candidato a senador- que recorre las oficinas de la Legislatura y de distintas reparticiones del Ejecutivo pidiéndole un billete a quien pueda colaborar.

A diferencia de “Panki”, en unos pocos años la vida de Kueider cambio y muchísimo y ya no sufrió ningún tipo de necesidad, todo lo contrario, comenzó a disfrutar de las mieles del poder, con sus lujos fastuosos, y, como a veces sucede, empezó a desconocer a quienes en algún momento lo ayudaron, se codeo con los grandes y empezó a hacer la propia.

Desde aquel momento empezaron los rechazos de los militantes y dirigentes peronistas hacia Kueider, hasta llegar al punto que hoy, al menos es el comentario más escuchado que proviene desde la capital del citrus, nadie lo quiere y mucho menos lo van a votar.

Un Kueider que fue escalando posiciones y, de mendigar, llegó a ser el jefe de prensa de Bordet en el Municipio. Varios periodistas de la costa del Paraná recuerdan como el mismo imploraba por un espacio para posicionar a Bordet en la capital entrerriana cuando el entonces intendente pretendía comenzar su carrera a la gobernación.

Muchos fueron los que le dieron vuelta la cara, sobre todo en Paraná, donde la mayoría se inclinaba por impulsar al actual intendente electo de Paraná, Adán Bahl.

Un Bahl que convocó a las básicas el pasado 26 de julio por pedido de Bordet para que le garantice la fiscalización de los comicios en la capital entrerriana ante la gran preocupación que existe por la falta de participación del militante.

Un acto al que acompañaron varios referentes de Paraná, caso del diputado provincial electo, José Cáceres o el diputado provincial, Pedro Báez que, junto a Bahl,  se llevaron un muy mal momento, que fue comentado por los presentes, cuando fue el turno del discurso de Kueider.

Según precisaron en aquel momento Kueider hizo alarde de como había recibido la provincia económica y financieramente Bordet al asumir, defenestrando a la anterior gestión, olvidándose, no solo de as funciones que ocuparon cada uno de los anfitriones en la misma, Cáceres fue vicegobernador, Bahl ministro por casi 10 años y Báez tenia el cargo que actualmente el candidato a senador nacional ocupa, sino también el estado en que se encuentra el Municipio de Concordia luego de los 8 años del actual gobernador y, asimismo, desconociendo las cuantiosas ayudas que recibieron de la Provincia y de una Nación gobernada por Cristina.

Varios fueron los comentarios en el encuentro en Paraná donde, al escucharlo a Kueider, entre los participantes, por lo bajo, se recordaba los aportes enviados, como también la severa crisis que afronta hoy la ciudad en materia de seguridad, finanzas y socialmente que lo tuvo por 8 años consecutivos como funcionario.

Finalmente Bordet logró imponerse y el entonces gobernador Sergio Urribarri, a pesar de las contras que le proferían muchos dirigentes de peso en aquel entonces, eligió a Bordet, eligiendo este a Kueider como su funcionario de mayor importancia.

La trascendencia de la secretaria general de la gobernación, no solo es a nivel político, nadie duda que Kueider ha sido la mano derecha de Bordet en estos asuntos, sino también a nivel institucional.

Es Kueider quien desde el día uno de la gestión provincial ha decidido a quienes se contrata y a quienes se despide en el gobierno provincial, todos los ministerios y reparticiones tienen que tener el “ok” del secretario general de la gobernación para darle respuestas a los militantes que han trabajado para que Bordet llegué.

Un poder que no supo muy bien manejar, provocando sus decisiones un gran rechazo por parte del peronismo que hasta se ha tenido que arrastrar para pedirle una mano a Kueider.

Sin dudas su accionar provocaron resquemores, odios y resentimientos en las filas del PJ.

Luego, por varias denuncias sobre el manejo de la cosa pública como si fuera propia que lo vinculan directamente o indirectamente a través de sus funcionarios y funcionarias, su nombre, que hasta aquí no era conocido en la ciudadanía que nada tiene que ver con la política o que pertenece a otros espacios, comenzó a escucharse.

El ciudadano independiente supo quién era Kueider, ganándose el posterior rechazo, principalmente los del centro que lo tienen como vecino de calle Alameda, residiendo y con su bunker.

Bunker de Kueider en zona residencial de Paraná

Y si Paraná es una caja de resonancia para lo que ocurre en la provincia, la seccional 4ta conforma la onda expansiva hacia el resto de las seccionales. Lo que pasa en la cuarta no se queda en la cuarta, se propaga hacia toda la ciudad, disparándose luego a la Provincia.

Frente a este panorama, el gobernador y su equipo de campaña accedieron a las mediciones y sondeos para los comicios nacionales, siendo el corte el gran protagonista.

Hay intención de votar a los Fernández pero no hay intención de votar sus legisladores nacionales. Sumándose el agravante que ni la dirigencia y militancia peronista entusiasma su lista.

Había que pergeñar una táctica para evitar el corte, así surgió la prohibición proveniente del conductor del PJ Entre Ríos de no repartir la boleta, para evitar el preocupante tijeretazo.

Las boletas llegaron, están impresas y listas para iniciar la actividad por la cual se caracteriza el justicialismo, el casa por casa disponiendo la papeleta, desde mediados de la segunda quincena de julio.

Muestra de ello fue la fotografía de una de las apoderadas de lista, la directora de subsidios de la gobernación y una de las manos derechas de Kueider, Agustina Camino, donde se la ve junto a empleados del PJ Entre Ríos con la balota. La imagen decía todo “se mira y no se toca y tampoco se reparte”.

Conocida la estrategia tal fue el malestar de la militancia, que al gobernador no le quedó otra que sacarla a la calle, y partir de este viernes, a una semana de la veda total, están a disposición de los bunker de campaña en toda la provincia.

Ahora la queja que provienen de las distintas departamentales es que mandaron muy pocas, desnudando nuevamente la táctica del oficialismo provincial de no movilizar.

Sin embargo, los ejemplos de la poca movilización siguen otorgándose, tal vez porque el enojo con Bordet su lista y la estrategia que perjudica solamente a la formula presidencial sigue latente.

Una prueba de ello es el PJ de Tala, este viernes, como a casi todos las departamentales del justicialismo, les llegó la boleta, sin embargo la militancia y la dirigencia no saldrá a repartirla, invitando a quienes la quieran a retírala por la sede partidaria.

También es manifiesto en el peronismo de Victoria, las criticas provenientes desde la ciudad de las siete colinas así lo indican.

Un oficialismo conducido por Bordet que, a manera de estrategia, deja librada a su suerte a Cristina en la provincia, la gran electora del justicialismo en estos comicios.

1 comentario

Dani 3 agosto, 2019 at 8:04 pm

NO LOS VOTO NI LOCA

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