La financiera le presta dinero a los municipales con intereses altísimos, el intendente le presta un millon y medio pero sin intereses, este millón y medio es volcado nuevamente a la actividad del privado que nuevamente lo presta a los municipales con intereses altísimos esquilmando los bolsillos de los municipales
Este martes se llevara a cabo la última jornada del debate oral y público de la causa que tiene como acusados al ex intendente Sergio Varisco y al presidente de la Mutual Modelo, Miguel Picazzo por hechos de corrupción.
En enero del 2016, a los pocos días de que asumiera Varisco la intendencia, ingresaba por mesa de entradas del Municipio una peculiar nota.
La misma estaba suscripta por Picazzo, en calidad de presidente de la entidad y, debajo, por María Marta Zuiani, en calidad de concejal del bloque Cambiemos.
El llamativo objeto de la misma fue solicitar la suma de un millón y medio de pesos, con otra peculiaridad, lo hacía en concepto de adelanto por retenciones, exponiendo que lo devolvería en 10 cuotas mensuales y consecutivas de 150 mil pesos.
Un año después una copia de la misiva con el membrete de la Mutual llegaba a la redacción de este medio desprendiéndose de la misma varios datos sospechosos.
La firma de Zuiani fue el primer indicio de que la operatoria cuanto menos era dudosa, la misma en aquel momento era pareja del tesorero de la entidad que se pretendía beneficiar con el millón y medio, Adrián Bruffal.
Tal es así que la denuncia penal que posteriormente a la publicación realizó el entonces diputado provincial, Gustavo Guzmán, no solo incluyó al intendente y a Picazzo sino también a la edil y su pareja.
Surgía de la firma de la edil un ánimo tendencioso, ya se para pretender ejercer presión como también en interesarse en el negocio de la entidad de la que su conviviente era parte marido.
Lamentablemente esta línea no fue investigada por la fiscal Patricia Yedro, la cual se abocó enteramente a la operatoria entre Varisco y Picazzo, ni Bruffal ni Zuiani siquiera fueron llamados a declarar como testigos.
Otra de las cuestiones llamativas de la misiva fue el pedido en sí y su fundamentación, de ambos surgía o se desprendía una triangulación, un negocio redondo en el solo beneficio (y millonario) de la entidad y en perjuicio de las arcas públicas aunque también –y sobretodo- los empleados municipales.
“… un adelanto de las retenciones de nuestra Institución que posee con vuestra Municipalidad por un total de $1.500.000 (pesos un millón y medio), pagaderos en diez (10) cuotas iguales y consecutivas de pesos ciento cincuenta mil ($150.000)”-
En palabras simples y claras, el presidente de la entidad le pedía a Varisco un préstamo de un millón y medio sin ningún tipo de interés, para volver a prestarlo a intereses usurarios a los empleados.
Es decir, Varisco le prestaba dinero en 10 cuotas sin interés, hacía de banco, para que ellos obtengan pingues ganancias esquilmando los bolsillos de los trabajadores municipales, hoy ese interés es del 10%.
La férrea defensa de Picazzo niega que haya sido un préstamo, en su lugar, sostiene que se trata de dinero que la Municipalidad le adeuda pero a futuro, por los préstamos de dinero que ellos han otorgado a los empleados municipales, una especie de compensación.
En cualquiera de los dos casos, ya sea préstamo o la pretendida compensación, la operatoria es irregular e ilícita, en el primer caso por el grave daño al estado que implica prestar sin respaldo y sin intereses, más aun cuando la entidad y la intendencia fundaron la misma en “la grave crisis económica que afectaba la entidad”, ya que no está en las competencias o atribuciones del intendente rescatar empresas en crisis.
Esta última circunstancia fue expresada por la procuradora fiscal adjunta y fiscal anticorrupción Cecilia Goyeneche, la cual sostiene la existencia de un contrato de mutuo (préstamo) ilícito pro el grave perjuicio y la ausencia de facultades para otorgarlo.
La otra opción, la pretendida por la defensa, tampoco es lícita ya que, en todo caso, ni la Mutual ni el Ejecutivo Municipal pueden disponer de los dineros que a futuro posiblemente le deba el municipal.
A todo evento, ni el Municipio ni la Mutual, puede disponer del dinero que es ajeno, porque, si son acreencias posibles y futuras, no son de la entidad aun, menos del Estado que solo actúa de agente de retención
El Municipio no obtuvo el consentimiento del empleado para prestar su dinero de los sueldos, y si se considera que aún no es del trabajador porque aún no lo percibió, tampoco el contribuyente aprobó la operatoria.
Acreencias surgidas de préstamos de dineros, la Mutual le llama “ayudas económicas”, que esquilman los salarios de los trabajadores municipales por los intereses rayanos a la usura que estipulan.
Más allá de esto, de la operatoria de desprender una triangulación, un negocio del negocio, extraer un millón y medio de pesos de las arcas públicas mediante un préstamo sin ningún tipo de interés y sustento bajo el pretexto de los préstamos con intereses descomunales que otorgan, para volcarlo nuevamente –a ese millón y medio de pesos- a la actividad comercial, es decir, nuevamente prestárselos aunque con intereses exorbitantes a los municipales.
Triangulación que no fue expresada por la fiscalía que tampoco se abocó al estudio o análisis del origen de los intereses comunes o sociedades que ligaban a las partes y que tiene que ver con compromisos políticos surgidos en campaña electoral.

