Trascendió que el presidente, Daniel Elías, habría frenado trámites al personal que lo ameritaba para favorecer a amigos y conocidos.
Desde la Caja de Jubilaciones denuncian que habría habido una serie de recategorizaciones “truchas”, que habrían sido firmadas por el titular, Daniel Elías, para amigos, conocidos y demás.
Afirman que la maniobra se habría iniciado en noviembre de 2018, cuando el gobernador Bordet anunció un decreto que posibilitaría recategorizar a empleados públicos.
La nueva medida favorecía a más de 50 empleados de la Caja de Jubilaciones, sin embargo, denuncian que nunca pudieron acogerse al beneficio por malas maniobras dentro del organismo.
Concretamente, señalan que, junto con los nombres a quienes les correspondía la recategorización por ser personal de carrera y demás, se habrían incluido en el expediente los de otros a quienes no les habría tocado la medida, pero que habrían tenido muy buenas relaciones con Elías.
Dado que se incluyeron personas que no contaban con los requisitos estipulados por el decreto de la gobernación, el trámite volvió a las manos de Elías.
De ese modo, los 50 trabajadores de la Caja que entraban en la recategorización no pudieron obtener el beneficio, mientras que, denuncian, el titular habría otorgado categorías “truchas” a ciertas personas.
Elías preside el organismo desde hace más de 17 años y actualmente, señalan, ni siquiera reside en Paraná, sino que lo hace en Tigre, en el delta, y viene a la capital provincial solamente para firmar expedientes y trámites.
Justamente, su firma estaría en el expediente que fue frenado porque aparecían nombres que no cumplían con el requisito para acceder a la recategorización.
En tanto, hay más de 50 trabajadores que hace más de un año y medio esperan poder contar con esta mejora laboral y salarial.
La Caja de Jubilaciones hoy es el principal agujero negro de la provincia, con un déficit total que asciende a los 3000 millones de pesos, por lo que muchos acusan a Elías, titular desde hace 17 años, de haberla fundido.
En tanto, desde Buenos Aires, el funcionario provincial continuaría aportando al despilfarro de los fondos públicos, con el supuesto otorgamiento de recategorizaciones truchas a amigos y conocidos, mientras quienes realmente lo merecen esperan desde hace un año y medio.