Fogoneado por ciertos sectores del municipio, Nación es objeto de todas las críticas en la capital entrerriana a pesar de que fue el gobernador quien solicitó e instó al regreso de fase.
La situación en la capital entrerriana por los casos de COVID positivo y la necesidad de internación es alarmante.
Desde el día cero, desde marzo cuando se reconoció la pandemia como una problemática en el país por los casos positivos que se empezaban a diagnosticar, se sabía con certeza que, en nuestra provincia, el principal foco de atención lo iba a tener Paraná.
No solo por la cantidad de habitantes y su extensión territorial, sino, y fundamentalmente, por la desidia que se venía perfilando en materia de salud pública, ámbito de responsabilidad exclusiva del Gobierno de la provincia.
Históricamente no fue una de las carteras prioritarias para destinar fondos públicos, solamente cuando “las papas queman” generalmente los gobernantes se acuerdan de la salud de todos los entrerrianos.
En la actual gestión, la cuestión sanitaria empeoró, la sentencia, lapidaria para la gestión bordetista, surge de los distintos presupuestos anuales, los cuales, denotan reducciones año tras año.
Este Portal lo publicó recientemente exponiendo las cifras concretas, incluso –y lógicamente- convertidas al valor dólar para que nuestros lectores puedan tener real dimensión.
El pico de esta “desinversión” en la salud de todos los entrerrianos fue aún más notorio en el 2019, cuando se aprobó para el actual período el ejercicio presupuestario.
En noviembre de dicho año, a pesar de la alerta mundial que ya se perfilaba con el primer caso del COVID registrado, con la connivencia de la Legislatura, Bordet redujo considerablemente el presupuesto para la cartera de salud.
Más allá de esta manifiesta desaprensión por la salud de los ciudadanos, que hoy se ve aún más evidente, no solo por el COVID sino por la falta concreta de medidas para prevenir los incendios, lo cierto es que el dinero presupuestado, para este ejercicio como el general de aquellos cuatro años de Bordet, alcanzaba y sobraba para tener un sistema de salud que funcione.
Ejemplificando, al reasumir Bordet su segundo mandato, en la capital entrerriana había tan solo 30 respiradores y aproximadamente 50 camas de unidad de terapia intensiva.
Tras la pandemia declarada en la provincia y siendo de conocimiento colectivo que el principal problema se otorgaría en Paraná, en 5 meses de medidas restrictivas, el Gobierno Provincial no hizo absolutamente nada en comparación del colapso anunciado.
De 30 respiradores para una población de 360 mil habitantes, se pasó a 60, de aproximadamente 50 camas en la UTI, se pasó a 115, no lo dice este Portal sino que así lo han manifestado nuestras autoridades sanitarias provinciales.
Es más, de las propias declaraciones del gobernador de este lunes se desprendió esta alarmante realidad para los paranaenses.
Desde hace varias semanas, a pesar de que el mandatario aun parece no aceptarlo, el sistema de salud paranaense colapsó.
¿Qué se quiere significar con este colapso? Sencillamente que el personal sanitario no da abasto, como tampoco los insumos que siempre escasearon y que la cantidad de respiradores y camas en relación a la población de riesgo a la que le impera acceder a estos mecanismos para transitar la enfermedad, no alcanza.
Lo peor del caso es que, en la previa a la pandemia, se sabía por estadísticas exactas que cantidad de población de riesgo, con posibilidades ciertas y probables de requerir este auxilio médico extra en caso de contraer el virus, que existe en Paraná.
Frente al colapso anunciado, y la ausencia del Estado, que no controló los accesos, que, como se dice en la jerga, “liberó la zona”, porque si bien es cierto que al principio del aislamiento social preventivo y obligatorio se vieron a las distintas fuerzas, nacionales y provinciales, apostadas en distintos puntos de la ciudad exigiendo los permisos de circulación, estas medidas duraron solo un par de semanas.
Lo que se interpreta, como razones de la relajación del Gobierno Provincial –insistimos único responsable de la seguridad y de la salud- son las bajas estadísticas de muertes por COVID.
Da la sensación que se especuló y se especula aun con dichos números, parece que si no se produce una superpoblación en los cementerios de la capital entrerriana, no se toman medidas.
Ante el miedo de que esto ocurra, lógicamente por el incremento exponencial de casos y el colapso ya palpable en Paraná, como también una situación que se viene otorgando y que se han dado a conocer a través de denuncias de una especie de inicio en el criterio de selectividad en cuanto a camas y respiradores para pacientes, y un diagnóstico telefónico porque no dan abasto los bioquímicos con los hisopados o lo que es peor, no hay más, el gobernador decidió este viernes y así se lo hizo saber al presidente en una conferencia virtual, retroceder de fase en la capital entrerriana y la ciudad de Gualeguaychú.
Diagnóstico telefónico que solo rige para la mayoría de la población, se estima que el beneficio de ser funcionario, entre otros tantos privilegios económicos que gozan, también incluye el hisopado exprés.
La decisión del regreso restrictivo a través de la inclusión en el DNU fue de Bordet, sin embargo, desde ayer los sectores perjudicados con el regreso de fase, restaurantes, gimnasios y bares pusieron a la Nación en el centro de las críticas y de los cuestionamientos.
¿La razón? El traslado de responsabilidad.
Desde el viernes se sabe del regreso de fase, este Portal lo publicó, anticipando la jugada del gobierno provincial.
La crítica ciudadana en los paranaenses se disparó primeramente al Municipio, puntualmente al intendente Adán Bahl.
Para desligarse, fueron sus propios funcionarios quienes de manera pública comenzaron a dirigir la justificación en una decisión presidencial, buscando crear el convencimiento que fueron ajenos a la decisión que afecta a un sector importante de emprendedores que necesitan trabajar.
Las expresiones llamaron la atención: ¿cómo podía ser que desde el Municipio se intentara culpar a Nación, cuando la decisión la tomó la Provincia?.
La curiosidad quedó despejada si se interpreta cuál de los funcionarios fue el encargado de desligarse, atribuyéndole la culpa al presidente, ni más ni menos que el secretario legal y técnico del municipio, Pablo Testa.
Podría pensarse que nadie mejor que el encargado de las cuestiones legales para explicitar sobre un DNU, sin embargo, en el caso puntual, necesariamente hay que indagar sobre la pertenencia política del letrado.
La interpretación no puede ser otra, es el propio gobierno local, un sector del mismo, el que se encuentra instigando, promoviendo que la decisión escapó no solo del Municipio sino también del gobernador, cuando fue el quien determinó la restricción de actividades.
De nuevo ¿las razones? Existe un gran malestar en los emprendedores de los rubros afectados, porque su situación económica es crítica y el Estado ha estado ausente y ahora no le permite trabajar.
Tal es así que para este martes a pesar de la lluvia hubo una movilización en la Casa Gris y el jueves ya se anticipó que habrá otra.
Los ánimos están sumamente caldeados en la capital entrerriana, principalmente porque se sabe a ciencia cierta que en todos estos meses, incluso con un ajuste en marcha, el Gobierno Provincial no se abocó en lo absoluto a reforzar un magro sistema de salud.
Las autoridades siguen recurriendo al traslado de responsabilidad, a ver la paja en el ojo ajeno, siendo notorio incluso con estas nuevas medidas restrictivas, donde se quiere desligar, a pesar de ser haber sido decisión exclusiva y excluyente del mandatario provincial.
Las pruebas están en varias provincias, entre ellas Neuquén y Rio Negro, que a pesar del brote y colapso sanitario, no han optado por el regreso de fase. Nada más que agregar.
Esta altura está más que claro que la decisión del gobernador surge de la especulación, de la negación a asumir la culpa, la responsabilidad incluso civil y/o penal de la o las muertes producto de las fallas de un sistema colapsado, del abandono de persona que podría otorgarse ante la necesidad de un respirador que no se compró porque se eligió designar y crear cargos antes de la necesaria e imperiosa inversión en la salud.

3 comentarios
y…donde manda capitán no manda marinero….
y porque no cierran la municipalidad…?????aca como si nada van y vienen como si nada fuera…cierren las oficinas publicassssssssssss..no los gimnasios
No compraron mas test…no disponen de muchas mas camas y pasaron 6 meses