Tema Schumacher: Silencio de la Asociación de la Magistratura, del Colegio de la Abogacía y de los legisladores de Cambiemos, que increíblemente perdieron la memoria.
Ayer en la inauguración de las Jornadas Nacionales del Foro Federal de Consejos de la Magistratura, que se realizan en Paraná, una vez más el gobernador falto a la verdad, dijo que: “Muy lejos en el tiempo quedó la discrecionalidad para nombrar a quienes tienen la tarea de impartir justicia”. Era como a propósito y burlesco, en un simbólico aperitivo de lo que sería hoy la presentación en el Senado de la pareja de Angel Giano, Presidente de la Cámara de Diputados, Gisela Schumacher, para integrar la Sala en lo Civil y Comercial del Superior Tribunal de Justicia (hecho que ocurrió ayer de manera intrascendente), elegida a dedo por el propio Bordet apenas “hace dos segundos” por sus vinculaciones políticas oficialistas, como factor preponderante y determinante, postergando otras candidatas con mayores méritos y antecedentes.
Es otro gesto que se puede interpretar como cínico, dicho irresponsablemente, y contradiciendo sus propios actos, que le refriega en la cara con impunidad a los y las entrerrianas, como si viviese auténticamente en otra provincia, dijo: “Y es muy importante tener un sustento que surja de amplios consensos, como los que se generan en esta convocatoria, para tener la mejor certeza a la hora de tomar una decisión” (no se nota para nada).
Estaba en la ocasión, como de costumbre, entre otros, también codo a codo, acompañándolo, el Rey de los Contratos, y aplaudiéndolo a rabiar el ex Urribarrista y conspicuo integrante de Justicia legítima, Maximiliano Benítez, a quien en tribunales varios señalan que su organismo funciona como agencia de colocación de turno ( cumpliendo todos los deberes)ahora con Bordet, como lo fue hasta “cinco minutos” antes con Urribarri.
Son Gustavo Bordet y Angel Giano, en parte, arquitectos de una realidad que tiene varios parecidos o similitudes con lo que ocurre en la decadente Venezuela, al punto que aparentemente la quieren imitar: Allí el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se casó en el 2013 con Cilia Flores, Procuradora, quien junto con el Diputado Diosdado Cabello son los encargados de hacer la reforma judicial, que les encargó en junio del año pasado. Todo en familia, como en la Entre Ríos de Bordet, Giano y Schumacher.
Según nuestras averiguaciones sobre el asunto, de una compulsa con abogados, abogadas y personas que trabajan en el poder judicial, en forma unánime expresan que sin contar brillantes e inteligentes abogadas de la profesión que hubiesen podido ocupar el cargo con solvencia y dignidad, de la carrera judicial estarían objetivamente mucho más capacitadas, ampliamente en mejores condiciones que Schumacher en la especialidad Civil y Comercial en la que la eligió Bordet y sin vinculaciones políticas estrechas con el oficialismo como presenta la elegida, por lo que garantizaban independencia: Valentina Ramírez Amable (Paraná), Ana Clara Pauletti (Gualeguaychú), Andrea Pereyra (Paraná), Estela Méndez Castells ( Concordia), Gabriela Mastaglia (Paraná). Todas las nombradas, excelentes magistradas, fueron postergadas insólitamente pese a haber ganado los concursos respectivos para acceder a sus cargos de Vocales de Sala en la Cámara, en la especialidad en lo Civil y Comercial. Si quería respetar el Consejo de la Magistratura era muy fácil lo que tenía que hacer: elegir a cualquiera de ellas.
Los diputados de la oposición de Juntos por el Cambio reclamaron, hace prácticamente un año, que «la designación de un Vocal del Superior Tribunal de Justicia es un acto de extrema responsabilidad y esta es la oportunidad del gobernador para seleccionar un perfil con excelencia académica, trayectoria profesional destacada e imparcialidad manifiesta, cualidades necesarias para que la justicia se exprese como un verdadero servicio público. En la tercera designación le pedimos que sea prudente y proponga una persona lejana a su círculo político para garantizar la imparcialidad que este cargo requiere», concluyeron.
Ahora, estarían cobrando 2.500.000 pesos de contratos algunos de ellos. Parece que con tanta alegría que les provoca ese hecho, se olvidaron de lo que habían manifestado, y que la imparcialidad y la capacidad para un cargo de tan alta jerarquía, a juzgar por el silencio que guardan, no les importa. Ya empieza esa fuerza política a pagar costos diversos que le provocará una sangría de votos, y éste es sólo un ejemplo.