Se complica el desdoblamiento ante el temor de un gobierno electo pro Goyeneche

Por sus miedos, Bordet juega a las escondidas mientras espera un milagro

La última aparición pública de Bordet fue el 25 de mayo, oportunidad en la que eligió fotografiarse en la Catedral de Paraná, secundado por su Vice Laura Stratta, y por la Presidenta del Superior Tribunal de Justicia, Susana Medina, junto a Adán Bahl, intendente de Paraná.

Desde entonces ya lleva diez días desaparecido. Mostraban unidad judicial – política (con lo poco que le queda al Gobierno) después de haber hecho rodar la cabeza de la Fiscala Anticorrupción. Que haya sido en la Iglesia, nos da la oportunidad de decir, que quizás lo traicionó el subconciente y, figuradamente, que sabe que solo lo puede salvar un milagro de la debacle que se le viene encima.

Quedó muy golpeado por el caso Goyeneche. No está acostumbrado que lo “zamarreen “de esa forma, como hizo la prensa nacional. Que lo asocien con la peor calaña de la corrupción. Cree, dicen, que ya está “lapidado”, aunque espera que “todo pase rápido” (y luego el milagro).

El desdoblamiento de las elecciones lo descartaría por miedo electoral pero también por temor a una “transición larga”, que le sería insoportable. “Quiere conservar el poco poder que le queda todo lo que pueda”, dicen.

Además de querer que la opinión pública “se olvide” del “Goyenechegate” teme sobremanera que un Gobernador electo, “Pro”, “reinstale” a Cecilia Goyeneche en la cúspide del Poder Judicial o de la Procuración General. Da por descontado que en ese caso o ante ese escenario, que le causa directamente terror, le harían la vida imposible (porque la “prolijidad” justamente no es un sesgo de su administración) y que termine más temprano que tarde “peor “ que Urribarri. “Es lo que les pasa a todos los que escupen para arriba”, dice una alta fuente de la legislatura, que preserva vínculos con el Urribarrismo, y que intuye que eso será lo que ocurrirá. Incluso, sabe Bordet que sin el manejo de la pauta y con un ejecutivo que le baje el pulgar, su estabilidad sería menor que la de un papelito en el aire.

En los más altos círculos de la Corte, a su vez, no sorprendió para nada que Gustavo Bordet haya mandado hace unos días a Laura Stratta a firmar un pedido para elevar a 25 el número de miembros la Corte que proponen un representante por cada provincia, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la Nación. Una aventura ridícula. “Era una jugada cantada, no esperábamos otra cosa de esa provincia”, habrían manifestado en reserva. “No hacen más que profundizar la crisis institucional de Entre Ríos, que ya es alarmante”, comentan también desde la prensa especializada. Resaltan la torpeza, ya que califican el proyecto como una venta de humo, porque no van a lograr nada. Al Frente de Todos no le dan los números ni para nombrar a nadie. Ni siquiera se pusieron de acuerdo ellos mismos ni con el nombramiento de Daniel Rafecas como procurador, ejemplifican.

Lo tomarían, en la Corte al acto del que participó Stratta, directamente como una afrenta más, que se combina con el polémico fallo del Jury con mayoría oficialista, que finalmente “se pasó por …” no solamente la constitución provincial y nacional, sino la doctrina de la propia Corte. La palabra de Goyeneche pasaría a ser mucho más autorizada aun.

Si antes venía complicada la mano para el Gobierno, después de esa firma que estampó la Vice (el gobernador prefirió seguir escondido para evitar preguntas complicadas) , que la clase media y la prensa independiente tomaron como un salvoconducto a la impunidad de gobiernos presuntamente corruptos, nadie puede apostar un centavo porque ese organismo le de la derecha en el caso “Goyeneche” y es un hecho. Especulan inclusive en fuentes cercanas a la Fiscalía de Estado, que “tirarán para atrás” lo resuelto. La pregunta que se hacen y que bien vale la pena hacerse es: ¿Cuándo ocurrirá? ¿Será en un plazo breve o se tomarán su tiempo?. Si es en un plazo breve la crisis institucional se podría tornar inmanejable y las consecuencias serían impredecibles.

Todo hace pensar que Gustavo sigue esperando solamente que ocurran milagros. Dudamos que los santos de la iglesia que visitó el pasado 25 quieran ayudarlo. El tiempo dirá.