El blue subió $42 en las últimas cinco jornadas y los próximos días serán clave para el futuro del oficialismo. Hay preocupación por el traslado a precios y el impacto sobre las chances electorales de los posibles candidatos.
Este lunes será el inicio de una semana muy larga. Luego de la decisión del presidente Alberto Fernández de no ir por su reelección y de desactivar los rumores de renuncia en torno a su ministro de Economía, Sergio Massa, que derivó en la salida de su amigo Antonio Aracre y con una suba semanal del dólar blue de $42, los próximos días serán clave para el futuro del Gobierno y del Frente de Todos.
Uno de los desafíos principales del Ministerio de Economía será intentar bajar -u al menos frenar la escalada- las cotizaciones del dólar CCL y el blue, luego de que el viernes cerraran a $450 y $442, respectivamente. Un alza aproximada de 10% en solo cinco días.
El alza del dólar estuvo marcada por varios factores: el último e histórico dato de inflación que difundió el INDEC de 7,7% para marzo; la falta de reservas; la incertidumbre política; los rumores instalados sobre una supuesta movida del Presidente y su exjefe de Asesores, Antonio Aracre para desplazar a Massa; y un débil arranque del dólar agro.
La escalada divisa de la cotización paralela tiene un doble impacto: por un lado, se traslada a la remarcación de precios y, por ende, al índice de inflación que se conocerá el mes próximo. Por otra parte, en las posibilidades electorales de Sergio Massa.
Con la baja electoral del Presidente y la especulación de que el embajador en Brasil, Daniel Scioli, o el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, serían sus representantes en una virtual PASO en el Frente de Todos, en el otro sector de la coalición -más allá del operativo clamor por Cristina Kirchner intacto- volvieron a levantar la figura de Massa, que debe mostrar que está en control de la situación, luego de una semana donde nada pareció ser suficiente.
En ese contexto, el ministro tiene factores a favor y en contra en su objetivo de lograr calmar al mercado. En contra: el déficit elevado, un régimen de alta inflación que va de la mano del alza del dólar y la falta crónica de reservas.
A su favor: dentro del Gobierno es el principal y único responsable de la gestión, además de ser el dirigente clave en la negociación con el FMI. Asimismo, una parte importante de la crisis tiene origen político y la baja de Alberto Fernández lo puede beneficiar.
Otro dato importante es que, luego de un débil arranque del dólar agro, el jueves y viernes se incrementó la liquidación de las cerealeras, a pesar de un precio de 300 dólares por tonelada, frente a un CCL que superó los 450 pesos, no resulta una cifra muy atractiva para el campo. Sin embargo, lo cierto es que en los últimos dos días el sector agropecuario liquidó 450 millones de dólares.
Sergio Massa necesita que la tendencia positiva de los últimos días se repita en las próximas jornadas para mostrar que, pese a la fuerte devaluación, es capaz de generar confianza en un sector clave del cual depende casi en exclusiva para engrosar las alicaídas reservas del Banco Central.
En paralelo, el organismo que preside Miguel Ángel Pesce tomó importantes medidas en los últimos días con el mismo objetivo: proteger las reservas. Decidió ampliar el cepo con el objetivo de que el CCL no opere sobre bonos globales y se negocie sobre bonos locales y también extendió los plazos para que las empresas paguen deudas en el exterior o puedan liquidar ciertas operaciones.