Otra VERGÜENZA: Alto Funcionario del IAFAS trato de nefasto y corrupto a un ex director y la hija lo denunció penalmente.

Tremenda escena cargada de violencia se vivió cuando en una reunión laboral uno de los más importantes hombres del IAFAS, muy cercano a Bordet y Vivas, se refirió con palabras despectivas hacia lo actuado por un ex funcionario fallecido, cuya hija estaba presente y que, ante el aluvión de palabras cargadas de agresividad, terminó descompensándose y hostpitalizada. Hay una denuncia al respecto, ya habría sido denunciado anteriormente por su propia esposa.

Claudio Decurgez otra vez es protagonista de un hecho vehemente, y otra vez una mujer es la víctima. Decurgez es SUBGERENTE General de Casinos del IAFAS, pero, ante todo, es AMIGO del Gobernador Gustavo Bordet, que lo puso en el cargo, y transformándose en uno de los brazos ejecutores del presidente del IAFAS, el irreverente Silvio Orestes Vivas.

El papel de Decurgez dentro del IAFAS consiste básicamente en aprobar y otorgar contrataciones, viáticos, y más que nada, tapar vestigios que despierten sospechas de lo actuado por Vivas.

La clara posición de poder en la que se encuentra Decurgez la aprovecha para tratar con desdén a sus subalternos, y este maltrato se ha convertido en moneda corriente después de tantos años. Siempre apañado y respaldado sin importar la gravedad de sus actos, ni a quien ofende, maltrata o abusa, Decurgez aprovechó una reunión de presentación de un Sub Gerente a cargo en la ciudad de Federación para despacharse con palabras degradantes hacia Claudio Lacuadra, quién también había sido Sub Gerente en esa localidad, y calificó a esos tiempos como una “EPOCA NEFASTA”.

La hija de Lacuadra, Analía, es Subtesorera del Casino de Federación, y Decurgez, sabiendo de su presencia en la reunión, cargó con todo contra el nombre y lo hecho por Lacuadra, y no cesó en ningún momento a pesar del reclamo que ella le hizo, sobre todo al mencionar que ya había fallecido y estaba faltando el respeto a la memoria de su padre, y también a ella, que finalmente optó por retirarse ya que por la tensión que le estaba causando la situación, comenzó a sentirse mal físicamente. NINGUNO DE SUS COMPAÑEROS LA AYUDÓ NI LA ACOMPAÑO NI SE SOLIDARIZÓ CON ELLA, que terminó siendo trasladada en ambulacia a un hospital, donde se constató que tenía la presión en un nivel riesgoso.

Pese al percance traumático sufrido, pero por la imperiosa necesidad de conseguir recursos para pagar los tratamientos de su hijo autista, Analía Lacuadra volvió a su puesto de trabajo, y, con muchas dudas y temores a represalias laborales u otro tipo de aprietes, finalmente hizo la denuncia para hacer de público conocimiento lo que le ocurrió y cuanto la afectó psicológicamente y físicamente el ataque que sufrió por parte de su superior.

Es inadmisible que un funcionario del estado entrerriano permanezca en sus funciones luego de haber protagonizado un acto de tanta barbarie contra una mujer, a la que humilló delante de sus pares, y no le importó mancillar el nombre de un fallecido. Es de un cinismo que no tiene explicación, solo entendible para alguien que ya está inmerso en la violencia y la agresividad. En 2021 se conoció la denuncia que se hizo sobre Decurgez por agredir a su esposa y a un amigo de esta. En aquel momento hubo mucha presión para que la noticia no trascienda.

Si bien Decurgez y la mujer convivian bajo el mismo techo, era sabido por todos que estaban separados de hecho. El vinculo matrimonial como tal ya no existía desde hacía mucho tiempo. Aparentemente a Decurgez le cayó bastante mal que su EX pareja tuviera una relación amistosa con un hombre, y luego de averiguaciones y rastreos, los esperó en la casa de él. Al verlos llegar en auto, empezo a golpear los vidrios del vehículo en medio de impropelios, acción que fue contemplada por todo un barrio sorprendido. Ante la agresión desmedida, la mujer y su amigo continuaron la marcha hasta la casa que compartía con Decurgez, retiró algunas pertenencias, y al querer volver, su EX marido la maltrató y amenazó, lo que motivó que la mujer hiciera una denuncia por VIOLENCIA de GÉNERO, y sobre Decurgez recayó una perimetral. El hecho, a pesar de lo escandaloso por desarrollarse en la vía pública y por involucrar a un encumbrado funcionario del IAFAS, no trascendió en los medios porque hubo una ORDEN de silenciar el asunto.

Denunciaron por violencia de género a un funcionario del IAFAS

El IAFAS es un ente destinado a brindar ayuda social a través de lo recaudado por el juego, una tarea más emparentada con la sensibilidad humana, pero que es aprovechada para que algunos saquen provecho y obtengan mega beneficios, todo organizado y orquestado desde el poder asociado con empresarios inescrupulosos. No les interesa el respeto ni cumplir con el cometido del Instituto, solo financiar la vida de festejos en la que están sumidos gracias a las maniobras económicas que pueden hacer por contar con impunidad total, ya que todos salen beneficiados, todos los implicados, los involucrados, jerárquicos y quienes los designan. El pueblo entrerriano recibe las migajas que sobran.

Pero en pocos meses se acaba, y tal vez esta violencia sea una manifestación del nerviosismo que provoca el saber que se termina un estilo de vida que duró añares, donde quienes ostentan los cargos jerárquicos lograron tener un despegue económico que los llevó a tener un estilo de vida con viajes internacionales y fiestas fastuosas. Vivas se paso su gestión viajando por el mundo más de lo estuvo en su oficina, y para el último cumpleaños de su esposa contrató artistas de talla mundial.

Además, estos jerarcas llegaron  a tener un poder que prácticamente hace que no tengan ante quien responder por sus acciones, al menos dentro del Estado, por lo que se cometieron un sinnúmero de abusos laborales contra los empleados de IAFAS, que no han sido denunciados por temor a persecuciones y a perder la fuente laboral, en tiempos donde tener un trabajo más que una bendición, es un milagro.