La mayor parte de pérdida de puestos de trabajo se dio en el sector privado. Además, en dicho sector los salarios reales acumularon una caída de casi 5%.
Desempleo, en máximos desde la pandemia
De acuerdo con los últimos datos del INDEC, correspondientes al primer trimestre, el desempleo trepó al 7,7%, tratándose así de la cifra más elevada desde 2021, cuando la economía estaba todavía afectada por los efectos de la pandemia de Covid-19.
La cantidad de desocupados llegó a 1.731.000 individuos entre enero y marzo, lo cual implicó un aumento de 180.000 personas en comparación con el mismo período del año pasado.
En paralelo, la presión sobre el mercado laboral, conformada por el universo de desocupados, subocupados, ocupados demandantes y ocupados no demandantes disponibles, alcanzó el 29,5% de la Población Económicamente Activa (PEA), dejando un incremento interanual de 2,6 puntos porcentuales.
El director del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), Hernán Letcher, anticipó que los números van a seguir empeorando, si se tiene en cuenta que la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) de la Secretaría de Trabajo anticipa una pérdida de al menos 20.000 puestos formales para mayo.
«Visité muchas empresas en el último tiempo. Es una olla a presión; hay un montón de pymes que adelantaron vacaciones, suspendieron personal, recortaron horas extra, todos mecanismos previos a la ruptura de la relación laboral«.
Salarios reales en sector privado acumulan caída de 5% desde noviembre
Las estadísticas del SIPA indicaron que los salarios reales de los asalariados formales del sector privado mejoraron 5,2% en abril. Aun así, desde noviembre acumulan una contracción del 4,7%.
Cabe aclarar además que dicho segmento de trabajadores es el más estable de la economía en este contexto. Los sueldos de los empleados públicos y de los trabajadores informales (para los cuales el SIPA no da información) atraviesan una peor situación.
Salarios: RIPTE de mayo
Por otra parte, la Secretaría de Trabajo también dio a conocer la evolución que tuvo en mayo la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE). La misma dio un incremento nominal del 7,3%, superior al 4,2% de inflación que hubo en dicho mes.
No obstante, los especialistas coinciden en que actualmente este no es el mejor indicador para evaluar la dinámica de los ingresos de la población, ya que no se basa en datos concretos de salarios, sino en los aportes realizados para el sistema previsional.
«Dado que en mayo el incremento de la base imponible máxima fue de 11%, es de presumir que buena parte del incremento nominal del RIPTE esté explicado por el aumento del tope, y no por un incremento de los salarios en su conjunto», explicaron desde el CEPA.