Más allá de que este no ha caído nada bien en un sector del oficialismo, ahora se suma lo ocurrido en el día de ayer.
Y es que mientras la Capital Provincial se debatía en un conflicto Gremial con los Municipales que afectaba los servicios de toda la ciudad, el Intendente electo se encontraba fuera de Paraná, en Buenos Aires, específicamente en la cancha de Boca con un grupo de amigos, viendo el partido para la Copa Libertadores entre Boca Juniors y el Cúcuta de Colombia.
Como desentendiéndose, un funcionario provincial del Justicialismo, repetía a quien lo quisiera oír: “hay prioridades”. Dando a entender que primero están las obligaciones y las responsabilidades por la ciudad y después un partido de fútbol. Compromisos que un hombre político no debe descuidar.
Pero tal parece que la bronca viene de antes. Que habría mucha molesta y desencanto ante el Intendente electo que, luego de las elecciones del 18 de Marzo, no volvió a pisar ningún barrio para agradecer a quienes trabajaron por su candidatura y a los que lo votaron. Costumbre establecida en el PJ y hasta en algunos Radicales.