El baisano lo largó duro: «no hay blata»
Además, su esposa Estela Boeykens, secretaria de Relaciones Institucionales del municipio, estaría en una situación de tirantez con el intendente.
Pedro Oilhaborda asumió recientemente al frente de la radio estatal LT14, pero su continuidad ya estaría complicada porque, según trascendió, el medio tendría un gran déficit que impide pagar los sueldos.
El mismo Oilhaborda ha dicho públicamente que la radio tiene un déficit mensual de 9 millones de pesos mensuales, lo que complica hacer frente a los gastos, principalmente a los salarios de una planta de más de 200 empleados.
La designación del periodista se demoró y la radio estuvo acéfala por más de cuatro meses. Ahora, Oilhaborda enfrenta un grave problema ya que el gobierno nacional, del que depende, no envía el dinero que necesita.
Por eso, el periodista intentó recurrir, al igual que las gestiones anteriores, al estado provincial para hacer frente a los gastos a través de los ingresos por publicidad.
Pero esta vez, con colores diferentes en el gobierno nacional y el entrerriano, en la provincia el ‘baisano’ encargado del área le dijo “acá no hay blata” y lo mandó duro, como se dice, y le recomendó que pida en la nación lo que corresponde, porque la provincia tiene que pagar sueldos y el aguinaldo este mes.
Oilhaborda está ante una encrucijada ya que la nación no manda dinero, y mucho menos ese monto, por lo que ya afirmó que si no llega la plata va a renunciar porque no puede pagar los sueldos.
Pero eso no es todo, ya que es sabido que su esposa, Estela Boeykens, secretaria de Relaciones Institucionales del municipio de Paraná no tiene buena relación con el intendente Sergio Varisco y el radicalismo, y mucho menos después de que, según trascendió de muy buena fuente, le mandaron plata directamente a su área sin pasar por el intendente.
Unos hablan de que el monto que le llegó fueron 150 mil pesos y otros afirman que son 200 mil, pero lo cierto es que la relación entre Boeykens y el intendente se resintió después de eso.
En tanto, su marido, Pedro Oilhaborda, está a la espera de que la nación tenga con él la misma deferencia que tuvo con su mujer y le mande el dinero que le permita afrontar los gastos y no renunciar.