Ayer pro, hoy contras
Aunque por otro lado afirman que el actual gobernador, el concordiense Gustavo Bordet, es el conductor del PJ entrerriano.
En la tarde de este martes el justicialismo paranaense tuvo su cabildo abierto en la emblemática Escuela Hogar de la capital entrerriana.
Un congreso que fue organizado por la departamental Paraná del PJ, que preside el diputado provincial Gustavo Guzmán, y en el que confluyeron la mayoría de los sectores del peronismo capitalino.
En la cabecera estuvieron el vicegobernador Adán Bahl, el diputado nacional Julio Solanas, el ex intendente José Carlos Halle, el diputado provincial Pedro Báez y el ex legislador Rubén Almará.
Si bien los grandes ausentes fueron el ex vicegobernador José Cáceres y la ex intendenta Blanca Osuna, ambas expresiones políticas estaban representadas con gente de sus sectores que participaron del congreso. Uno de los presentes fue Héctor Bergara, hombre del ex vicegobernador, quien no se presentó porque avisó que tenía un locro en el Club Paraná para tener su propio homenaje a Evita, aunque según trascendió no quería quedar embolsado.
Toda la dirigencia mencionada tuvo su oportunidad para hablar, Solanas se refirió a los fondos buitre y criticó fuertemente al gobierno nacional; Halle hizo lo propio dejando en claro que no tiene enemigos en el peronismo y que su sector es amigo de todos y al turno de Báez, a quien en pleno discurso, lo cortaron.
Sobresalió también la congresal y más firme candidata para presidir la juventud del PJ, Meli Albornoz, quien dijo “vengo a hablar en representación de los afiliados peronistas, no de los que se afiliaron en diciembre, sino de los peronistas en serio” y otro dirigente de otra seccional que acusaba a los dirigentes que encabezaban el acto de bajarse los pantalones, lo que provocó que más de uno se hiciera cada vez más pequeño en su silla y rogara que la tierra lo tragara.
El que se destacó por su dura crítica a la actual gestión municipal y al intendente Sergio Varisco fue el ex precandidato a intendente Almará.
Bahl, por su parte, fue contundente a la hora del mensaje, manifestando que no había que permitir más que le marquen la cancha a Paraná, en clara alusión a Concordia.
Dichas palabras sonaron fuerte en Solanas y su gente que miraban de reojo al vicegobernador y recordaban cuando el hoy diputado debió irse del peronismo para candidatearse a gobernador en el 2007 porque con la ley Castrillón no podía competir, oportunidad en que sus pares paranaenses, como Bahl y Halle que ayer estaban al lado de Solanas, respaldaron la candidatura del concordiense Sergio Urribarri.
Un Urribarri que, llamativamente, fue fuertemente criticado en la asamblea de este martes y al cual muchos de los que encabezaron la reunión hace un tiempo vienen tratando como leproso cuando supo instalarlos y hacerlos candidatos.
Llamaron la atención también las críticas de Bahl, que supo ser la mano derecha de Urribarri durante 9 años consecutivos y al cual dejó Urribarri en su lugar como ministro de Gobierno cuando pidió licencia por su candidatura a gobernador en 2007, a pesar de la oposición del entonces gobernador Jorge Busti.
Busti quería poner a otro en el cargo, aunque finalmente y por la insistencia del actual presidente de la cámara de Diputados, quedó Bahl y permaneció en el puesto por 9 años consecutivos, en la gestión 2007-2011 y 2001-2015 a cargo de ni más ni menos de la gobernación, algo que volvió ocurrir en el 2014 cuando comenzó a transitar su posible candidatura a presidente convirtiéndose el entonces ministro de gobierno en el persona con más poder en la provincia.
Pero como cada cual habla de la feria según cómo le va en ella, en la asamblea estaba instalado en todos los sectores el lema “Basta de Concordia”, y hasta parecía que esa era la línea que habían bajado las primeras filas peronistas.
Esto llamó la atención debido a que el actual gobernador Gustavo Bordet, a quien estos suelen describir como el conductor del justicialismo entrerriano, es concordiense, aunque algunos pícaros presentes comentaban irónicamente que en ocho años muchos se acomodaron a sí mismos de por vida y a sus familias y hoy le muerden la mano al que les dio de comer.