Malos vecinos
Luego de la clausura del geriátrico, se desconocía el paradero de varios de los abuelos; ayer en horas de la siesta hubo allanamientos y gran despliegue policial.
El lunes pasado la capital entrerriana se conmocionaba por la clausura llevada a cabo por la dirección de Habilitaciones de la Municipalidad de Paraná, junto a personal del área de Atención Médica del Ministerio de Salud de Entre Ríos, de un geriátrico que está ubicado en calle Ruiz Moreno y Alsina, frente a la Terminal de Ómnibus de la capital entrerriana.
Una clausura motivada en «serias irregularidades que vulneran los derechos de los 27 abuelos que viven en este lugar», aseguró Orlando Gómez, director de Habilitaciones de la Municipalidad de Paraná.
Según precisaron desde el municipio, el Hogar San Marcos, ubicado en Ruiz Moreno 1124, no se encontraba habilitado desde hace tres años ya que el lugar no reúne las condiciones necesarias para funcionar como geriátrico».
La conmoción apareció ya que existían varios abuelos que no se encontraban en el lugar al momento de la clausura y se desconocía el paradero de los mismos.
Según trascendidos desde entonces, los abuelos se encontraban retenidos por la dueña del geriátrico y la misma no brindaba información a las autoridades para dar con los mismos.
Un búsqueda que incluyó allanamientos y un gran despliegue policía suscitados ayer en horas de la siesta, operativos ordenados por la jueza Silvina García y en el cual colaboró personal de salud provincial, como el director de asuntos jurídicos, el Dr. Víctor Berta, y del municipio.
La sorpresa fue mayor cuando se pudo determinar que los abuelos se encontraban en calle Buenos Aires casi Mitre, en pleno centro, en un aguantadero lindero a la vivienda donde reside la viceintendenta de la ciudad y donde se encontraba, aparentemente, la casa de la madre de la dueña del nosocomio clausurado.
