Se está comprando todos los boletos
Ayer hubo una reunión de la comisión que preside, la de Salud, y varios de sus pares le dieron la espalda y no asistieron, días atrás también se cayó una sesión; futuro sombrío.
Indudablemente el temperamental diputado gremialista José Allende está pasando por su peor momento político y sindical. Ayer por la mañana se conoció que un grupo de dirigentes de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) Entre Ríos que conduce Allende fueron detenidos en el hospital Colonia de Salud Mental de Diamante por agresiones e insultos a la directora de la institución.
Por la tarde se reunía la comisión de Salud, que preside Allende, y varios de sus pares del bloque del Frente para la Victoria decidieron no asistir, no solo por los polémicos hechos de Diamante sino también por las amenazas que el diputado habría realizado contra un periodista, justamente en el día en que se conmemoraba a quienes ejercen esa profesión, algo que había pegado fuerte en el seno del bloque.
Algunos diputados más tarde justificaron su ausencia a la reunión de comisión argumentando que fue de forma ingenua.
Más allá de eso, el último martes, la complicada situación del ex presidente de la Cámara de Diputados también provocó que se cayera la sesión que estaba convocada para ese día en el recinto.
Hoy Allende es resistido por la mayoría de los diputados y en las acusaciones que recibió en los últimos días ningún legislador salió a brindar su apoyo al dirigente sindical.
También hay que tener en cuenta que la fiscal a cargo de la causa de las agresiones en el hospital de Diamante es la doctora Mariana Darrichón, hija del diputado Juan Carlos Darrichón, con quien Allende mantiene una pésima relación.
Es más, en varias oportunidades los mentideros hablaron de fuertes discusiones entre ambos legisladores y comentan que en algunas ocasiones hasta llegaron a irse a las manos.
Así como Darrichón tiene a su hija como fiscal por el tema mandados, Allende tiene a su sobrino, por lo que no puede criticar a su par de la cámara por tener familiares en la Justicia.
Los diputados del FpV temen que la situación que atraviesa Allende se los lleve puestos a todos si no se ponen firmes, según han dejado trascender.
Si estas acusaciones son graves para Allende, peor es la situación que enfrenta ante la Justicia, que está llevando adelante una profunda investigación sobre el diputado por enriquecimiento ilícito.
Con los hechos que lo tienen como protagonista, como lo ocurrido en Diamante, la amenaza a un periodista y la investigación judicial, Allende se estaría comprando todos los boletos para que sus acciones comiencen a pasarle factura.
Es más, Allende no solo está comprando boletos en lo judicial, sino también en lo institucional, ya que podría costarle importantes espacios de poder que hoy tiene en el gobierno provincial.
