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«Yo no soy empleado de Bordet”
La liga de presidentes justicialistas de las seccionales organizó un encuentro con el vicegobernador con una sorpresiva exigencia que terminó en un escándalo.
Un lamentable episodio con ribetes de escándalo se vivió este martes en la sede del PJ de la capital entrerriana y quebrada haciendo hablar a la mitad del padrón electoral Justicialista.
Según comentaron los mentideros, el lamentable episodio que incluyó un muy mal momento para el vicegobernador Adán Bahl y las piñas y empujones por parte de dos presidentes de unidades básicas.
Un encuentro que estuvo organizado por algunos de los miembros de la “benjamina” liga que conformaron varios de los presidentes de unidades básicas de las seccionales paranaenses y que tuvo lugar este martes con las presencias de Luciano Ayala (presidente de la seccional 1ª), Osvaldo Roldan (seccional 2ª) Adrián “Pantera” Gonzalez (seccional 3ª),”Karulo” Nuñez (seccional 5ª), Cristian Arriola (seccional 6ª), Walter Caraballo (seccional 7ª), “Loli” Luna (seccional 8º), Lucio “Peka” Benitez (seccional 9ª), Raul “Melli” Massat (seccional 10ª), Ariel Dominguez (seccional 11ª), Sebastian Miccelli (seccional 12ª), Walter Clivio (seccional 13ª), Emiliano Rios (seccional 14ª), Juan José Mastracho (seccional 15ª), Walter Vittori (seccional 16ª), Danilo Corona (seccional 17ª) y Jose Suarez (seccional 18º).
Si bien la convocatoria no fue extensiva a todos los presidentes, como se ve, al mismo concurrieron la gran mayoría de autoridades de las 18 seccionales con el objeto de mantener una charla importante con el vicegobernador.
Una liga que se conformó semanas antes de las PASO, con las básicas más afines al vicegobernador, para que este conduzca.
Si bien como se ve la liga es amplia, entre los operadores de la reunión estuvieron Clivio y Ayala, ambos encargados de cursarle la invitación al vicegobernador.
Sin embargo el encuentro no fue lo esperado, por lo menos para Bahl, a quien convocaron, según comentan aquellos mentideros, indudablemente sin manifestarle el verdadero motivo de la charla.
Un Bahl que, según sus cercanos, concurrió convencido de que iban a organizar las seccionales para la campaña electoral se cara a las elecciones generales de octubre, es decir, una neta reunión de trabajo.
Sin embargo, según los mentideros justicialistas, luego de los abrazos y saludos previos habituales en este tipo de eventos, al dar inicio a la reunión las palabras del presidente de la unidad básica de la seccional 16º, Walter Vittori, detonaron al vicegobernador.
El mismo, luego de destacar la presencia de Bahl, manifestó que lo habían convocado para que por su intermedio interceda para que los mismos pudieran mantener una reunión con el gobernador y presidente del PJ provincial, Gustavo Bordet, con quien hace tiempo ya quieren sentarse.
Dichas palabras, según los mentideros, no solo dejaron atónito, sino que desataron el gran malestar del vicegobernador, quien, a voz alzada manifestó “yo no soy empleado de Bordet”, dejando bien en claro que no se constituiría en mandadero de nadie.
Y no era para menos, según comentaron desde su entorno, no podía creer que desde su propio sector, ya que la mayoría de los concurrentes pertenecen a su línea política, le pidieran interceder para mantener una audiencia con otro jefe.
La exigencia indudablemente la sintió como una especie de “per saltum”, como sucede en la Corte Suprema, doliéndole, comentaron los presentes, supremamente al vicegobernador.
Un malestar justificado por parte de Bahl, quien seguramente se sintió engañado y utilizado por los convocantes que menospreciaron su investidura imponiéndole o condicionan una reunión con el gobernador.
Como no podía ser de otra manera, frente al sentido fastidio de Bahl y trago amargo que le estaban haciendo pasar, se hizo un silencio en el salón del PJ paranaense.
Un encuentro que había sido charlado previamente entre los presentes y en el cual todos estuvieron de acuerdo en el pedido que le realizarían al vicegobernador, pero que luego mantuvo callados al resto sobre todo a los convocantes, que, a lo Poncio Pilatos, se lavaron las manos dejando en soledad el planteo de Vittori.
Vittori, un hombre muy cercano al vicegobernador, que ante abandono de sus pares, principalmente de Clivio y Ayala que tenía a su cargo invitarlo a Bahl y expresarles el sentido de la reunión, según dicen, no espero demasiado para expresar su furia manifestando a los presentes que lo habían dejado solo en el planteo.
Según los mentideros, al término del encuentro, ya en la sala de recepción que tiene el PJ siguió despotricando contra sus pares presidentes aunque en un tono mucho más elevado.
“Yo soy el único boludo que habla, ustedes estaban al tanto de por qué lo convocamos y me hicieron quedar como el ojete con mi jefe”, habría manifestado Vittori señalando con el dedo.
Al parecer, comentaron los presentes, el que más se sintió identificado con el dedo habría sido Clivio, quien sin justificar su no intervención frente al pedido en solitario de Vittori a Bahl, solamente atinó a contestar “a mí no me apuntes con el dedo”, desatando una batahola en la sede partidaria.
El resultado no fue otro que una trompada la pecho por parte de Vittori a Clivio, y varios empujones, comentándose que cuando este último quiso reaccionar, varios de los pares intercedieron para separarlos, terminando ahí la riña aunque no la gran desazón.
Una reunión en donde no solo molestaron las echadas en cara y las trompadas, si no también la exigencia de la audiencia con el gobernador ya que se interpretó que querían dejar de lado la conducción del vicegobernador.
Lo que no trascendió, al menos no se charló en el encuentro, es cuál sería el contenido de la charla que mantendrían con el presidente del PJ entrerriano o si le harían alguna exigencia, quedando en claro que el jefe era Bordet y no Bahl, por lo menos es lo que resuena en el ambiente del vicegobernador.
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