Revolearon la jaula
Ante la negligencia y desidia del municipio, los vecinos están haciendo la cuenta regresiva para que el pozo vuelva a aparecer.
La historia del bache de calle Córdoba de Paraná continúa, se trata de un pozo que apareció en la céntrica arteria apenas días después de que culminaran las tan afamadas obras de repavimentación de la ciudad.
Luego de los numerosos reclamos de los vecinos, que tenían que volver a convivir con un problema que creían que les habían resuelto, el municipio tomó la polémica decisión de colocarle una especie de jaula alrededor.
La medida hizo estallar de indignación a los vecinos ya que no subsanaba el problema, sino que ahora los vehículos que circulan por esa calle tenían que esquivar también el enrejado, lo que causaba grandes inconvenientes en el tránsito.
Ahora, el municipio, lejos de arreglar la calle con los materiales y de la manera correcta para que no vuelva a aparecer el pozo, optó por echar tierra y arena sobre el bache para taparlo.
Si solo el precario arreglo ya era motivo de indignación para los vecinos, más aún lo es el hecho de que la reja quedó tirada en plena calle a un costado del cordón, por lo que pone en peligro tanto a los vehículos que por allí circulan como a los peatones que pasan por la vereda.
El principal reclamo de los vecinos es que tuvieron que convivir por más de dos meses con el tránsito interrumpido primero parcial y luego totalmente para que apenas días después de que se habilitara la circulación por esa calle, el pozo volviera a aparecer.
El plan de repavimentación le costó al municipio más de 152 millones de pesos, ya que incluye 1200 cuadras de asfalto y bacheo.
A pesar de la grandísima suma de dinero y tiempo invertidos por el municipio y por los vecinos, que son quienes tuvieron que atravesar muchas incomodidades e inconvenientes mientras esperaban que se concretaran los arreglos, el pozo volvió a aparecer.
Según los vecinos, el municipio no tiene más fondos ni personal para afrontar las reparaciones, mientras se acumulan también denuncias de otros baches que van surgiendo en otras cuadras supuestamente ya reparadas en la ciudad.
La “prisión preventiva” en la que se puso al pozo con la jaula para que los vehículos no lo pisaran indignó a los vecinos y más aún lo hizo el precario arreglo con tierra y arena.
Lo que terminó de colmar el vaso y enojó profundamente a los vecinos fue que la jaula quedara tirada en plena calle, evidenciando la total negligencia y desidia con que se manejan las diferentes áreas municipales.
