Brasil tiene nuevo presidente
El ultraderechista dijo que va «a unir al pueblo, valorizar la familia, respetar las religiones y nuestras tradiciones judeocristianas», también reafirmó su lucha contra «la corrupción y la criminalidad».
En un breve discurso al jurar como el nuevo presidente de Brasil ante el Congreso, el ultraderechista Jair Bolsonaro, propuso hoy un «pacto nacional» entre la sociedad y los poderes de la República para recuperar la economía brasileña, y reforzó su compromiso a luchar contra la corrupción, dos de las grandes banderas de la campaña electoral que venció en octubre con el 55% de los votos.
«Necesitamos crear un círculo virtuoso para la economía, que traiga la confianza necesaria para permitir abrir nuestros mercados al comercio internacional, estimulando la competencia, la productividad y la eficacia sin sesgos ideológicos. En este proceso de recuperación del crecimiento, el sector agropecuario seguirá desempeñando un papel decisivo en perfecta armonía con la preservación del medio ambiente. De esta forma, todo el sector productivo tendrá aumentos de eficiencia, con menos reglamentación y burocracia. Estos desafíos serán resueltos mediante un verdadero pacto nacional entre la sociedad y los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, en la búsqueda de nuevos caminos para un nuevo Brasil», señaló el exmilitar.
Bolsonaro apeló al Congreso para que lo ayude a «liberar al país del yugo de la corrupción, de la criminalidad, de la irresponsabilidad y de la sumisión ideológica».
«Es tiempo de luchar contra la corrupción y la irresponsabilidad económica», en referencia a los escándalos de sobornos que mancharon sobre todo las administraciones del Partido de los Trabajadores (PT) entre 2003 y 2016, que acabaron este año con el popular exmandatario Luiz Inacio Lula da Silva preso en el marco de la operación anticorrupción Lava Jato, y antes, en 2016, con la expresidenta Dilma Rousseff destituida en un proceso de impeachment por manipulación de las cuentas públicas que polarizó al país.
«Vamos a unir al pueblo, valorizar la familia, respetar las religiones y nuestras tradiciones judeocristianas, combatir la ideología de género, conservando nuestros valores. Brasil volverá a ser un país libre de las amarras ideológicas», subrayó en un guiño a los sectores conservadores -especialmente evangélicos- que le dieron su apoyo.
Célebre por sus polémicos comentarios en el pasado de tono machista, racista y homofóbico, el nuevo presidente reafirmó su «compromiso de construir una sociedad sin discriminación y división», publicó La Nación.
«Tenemos delante de nosotros una oportunidad única de reconstruir nuestro país», afirmó entre aplausos de los congresistas, gobernadores y dignatarios extranjeros, entre ellos el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, estrella internacional de esta asunción.