Sorprendente difusión provincial de un supuesto hecho haciendo partícipe al intendente y a funcionarios municipales

Un hecho que ocurrió el fin de semana en Paraná con un intervención policial del que seguramente no eran ajenos el jefe departamental, el provincial y el gobernador Bordet.

Un confuso y llamativo hecho ocurrido este fin de semana fue una nueva confirmación de la fuerte disputa interna entre el gobernador Gustavo Bordet y el intendente Adán Bahl.

La policía de Entre Ríos difundió, con un particular esmero, acerca de una reunión en la que participó el intendente Bahl, que en un principio se creyó se trataba de algún festejo clandestino.

El sábado al mediodía, personal de la Policía de Entre Ríos perteneciente a la Comisaría Séptima de Paraná, se dirigió hasta una casaquinta ubicada en calle López Jordán, pasando Darwin; porque un llamado anónimo había alertado que se estaba desarrollando una fiesta o una joda, algo que está prohibido por el aislamiento social obligatorio que rige.

Sin embargo, al llegar al lugar, el personal policial comprobó que se trataba de una reunión de trabajo en la que se encontraba el intendente Adán Bahl, el secretario de Obras Públicas, Maximiliano Argento, el secretario de Servicios Públicos, Emanuel Redondo, y gran parte del gabinete municipal.

La versión oficial del municipio es que habían concurrido al lugar por los requerimientos de vecinos de la zona, ya que las calles del barrio suelen inundarse con las lluvias.

Es conocido que el intendente Bahl viene desde hace tiempo evalúa personalmente y visita obras, como difunden los partes de prensa del municipio.

De acuerdo con lo que explicaron los presentes, y según aclaró más tarde el municipio, la reunión no era social sino que respondía a la agenda de trabajo, por lo que la policía desestimó la denuncia y no avanzó en acciones legales.

Igualmente, la noticia fue difundida por la policía y se hizo viral rápidamente entre los vecinos de Paraná y de la provincia, y quedó la duda acerca del real motivo de la reunión de la que participó el intendente.

Resulta llamativo que el jefe de policía haya desconocido que en la reunión estaba involucrado el intendente y funcionarios municipales, y, si lo conocía, es sorprendente que haya ignorado que la noticia generaría dudas y enojo en la sociedad.

Horas después de que el hecho se diera a conocer llegó el descargo municipal, en el que se daba cuenta de que se trataba de un encuentro de trabajo, aunque no se aclararon los nombres de los presentes.

Más allá de las aclaraciones, a raíz de la difusión policial, el hecho estuvo presente en todas las redes sociales durante el fin de semana y generó mucha bronca entre los vecinos, con comentarios del tipo “¿por qué ellos pueden reunirse y nosotros no?” o “¿Por qué una fiesta entre adolescentes se divulga y cuando hay funcionarios involucrados se tapa?”.

El efecto que tuvo la viralización de la noticia, da la impresión de que fue el buscado tanto con el llamado anónimo como con la difusión del suceso por parte de las autoridades policiales, como si se hubiera querido demonizar la situación.

Sin dudas, al tratarse de un evento que involucra al intendente y a funcionarios, los responsables de la policía tendrían que haber corroborado el motivo real del encuentro y si efectivamente se trataba de una joda, como se denunció, o si era una reunión de trabajo, como argumentó el municipio.

Llamativamente, la noticia se dio a conocer sin que las autoridades policiales confirmaran las razones del encuentro, como si hubieran puesto especial esmero para que se hiciera viral, algo de lo que resulta llamativo que no hayan estado al tanto los jefes departamental y provincial, y el propio gobernador Bordet.