La Paz: conflicto entre el municipio y los vecinos por un “monumento histórico” que hoy es una tapera

Los vecinos piden que se solucione el grave problema en el lugar, que está abandonado, mientras que el intendente no lo restaura y se opone a un emprendimiento inmobiliario, para lo cual tendría sus motivos.

La ciudad de La Paz vive un conflicto entre el intendente Bruno Sarubi y los vecinos locales, que exigen una solución para una casa que está totalmente abandonada, mientras que el mandatario se opone a la construcción de un edificio ya que el local es un monumento histórico.

Se trata del edificio en el que desde 1868 funcionaba la panadería de “Dono”, que fue declarado de Interés Histórico Municipal mediante ordenanza, en el año 1992.

Sin embargo, el reclamo de los vecinos es que el edificio literalmente se cae a pedazos, crece la maleza y habitan animales como ratas y lauchas, que pueden transmitir enfermedades que ponen en peligro a la población, como también aseguran que es un lugar propicio para criaderos de mosquitos del dengue.

Por ese motivo y porque el estado en que se encuentra actualmente el edificio hace que toda la zona, en pleno centro de la ciudad, se desvalorice, es que exigen una solución.

Una propuesta es la construcción de un edificio, que los privados sostienen que sería una solución habitacional para la ciudad, y que también favorecería al turismo en la ciudad, que actualmente cuenta con escasas plazas.

Pero el intendente Sarubi se opone a ello porque argumenta que el edificio, por ser de interés histórico, debe conservarse y no puede ser derrumbado.

Otros aseguran que el presidente municipal tiene otros motivos para intentar evitar que se desarrolle un emprendimiento inmobiliario justo en ese lugar.

Es que es conocido entre los vecinos que en la otra esquina se está construyendo un edificio en el que la familia del intendente por parte materna estaría involucrada, por lo que el mandatario buscaría utilizar su cargo para evitar que esta construcción tenga competencia a la hora de vender las unidades.

De todos modos, la postura del intendente Sarubi no deja conformes a los vecinos porque afirman que se opone a la construcción de un nuevo edificio argumentando la necesidad de preservar un monumento histórico, pero actualmente el monumento se cae a pedazos.

Es por ello que le exigen que haga las inversiones necesarias para restaurar y conservar la histórica panadería y hacerlo un lugar atractivo para los visitantes de la ciudad y agradable para los vecinos, o que ceda y permita la obra en el lugar.

Lo que los vecinos señalan es que hoy por hoy, el edificio se encuentra en condiciones paupérrimas, muy diferentes a las que se esperaban cuando se declaró monumento histórico sin ningún tipo de trabajo de conservación.

En tanto, afirman que el intendente desoye los reclamos y, no solo no conserva el edificio, sino que impide que allí se desarrolle un edificio.

El motivo para oponerse a la construcción, dicen los vecinos, está lejos de ser la voluntad de conservar un monumento histórico, sino el de preservar los intereses económicos de la familia.

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