Con la inminente conformación de la bicameral para aprobar la ley que culpa a los jubilados y trabajadores por el Estado fundido y no a los gastos de la política y la corrupción.
El gobierno de la provincia de Entre Ríos ha sumado un nuevo vocero a su millonario aparato comunicacional. Pero no se trata de alguien perteneciente al amplio equipo de troles o de un funcionario, sino que es nada más ni nada menos que el ex gobernador Mario Moine.
Otrora firme detractor del gobierno de Gustavo Bordet, hoy es muy cercano a otro ex gobernador, Jorge Busti, con quien mantiene cientos de horas mensuales de charlas y discusiones políticas.
Aunque Busti diga que no mantiene comunicación con Bordet, sumó para el equipo de gobierno y, principalmente, para los objetivos de esta gestión, a Moine.
El ex gobernador se sumó al polémico proyecto de reforma de la ley previsional, que prevé fuertes ajustes, el aumento de la edad jubilatoria, el destierro del 82% móvil y que busca achicar el descomunal déficit del Estado provincial cargando sobre trabajadores y jubilados.
Moine es el nuevo actor protagónico de esta serie que tiene ya varios capítulos y es quien se encarga de hablar de elevar la edad jubilatoria, pero no se refiere ni de cerca a los enormes gastos del Estado, que son los que generan ese déficit.
Hasta hace apenas unas semanas, Moine era un ferviente crítico de esta gestión, hablaba de la corrupción, de los contratos truchos de la Legislatura. Mandaba audios, y se cercioraba de que se viralizaran, acerca de las irregularidades de este gobierno.
Eso le valió varias críticas y ataques de parte de los troles del gobierno en las redes sociales y de parte de dirigentes oficialistas, que lo tildaban como el peor gobernador de la historia de Entre Ríos.
A pesar de ello, Moine cuestionaba fuertemente a Bordet, al intendente Adán Bahl, acusaba a Rosario Romero y los demás ministros de cubrir y tapar los hechos de corrupción y los contratos truchos de la Legislatura.
Tan indignado se mostraba el ex gobernador que llegó a decir que se iba del peronismo, que iba a conformar un nuevo espacio con dirigentes justicialistas, radicales, del Pro, profesionales independientes y demás.
Según los audios en los que se lo escuchaba a Moine, era una vergüenza que este gobernador y el intendente taparan la causa de los contratos truchos. Criticaba a la Justicia por no investigar, por no ser independiente.
En tanto, el argumento de los jueces, la excusa, es afirmar que no cuentan con independencia económica, que para cobrar los sueldos, hacer arreglos, reparaciones, o lo que sea, dependen económicamente del Poder Ejecutivo, y que, por lo tanto, dejando dudas sobre la independencia.
Los jueces hablan de la necesidad de una policía judicial, que les permita realizar allanamientos y tomar medidas sin tener que pedirle permiso a Romero o a Gustavo Maslein para realizar operativos.
Hasta que no haya independencia económica, afirman desde la Justicia, no podrá haber independencia en la toma de decisiones ni en las investigaciones.
Esto lo sabe esta gestión y lo sabe Moine que, de todos modos, cuando hoy habla de corrupción siempre se refiere a hechos lejanos en el tiempo, como si todas las malas prácticas se hubieran terminado en la provincia desde 2015 en adelante.
No mucho tiempo atrás, el ex gobernador comparaba su gestión con la actual, afirmaba en aquellos audios de Whatsapp que durante su mandato no se conocieron denuncias por corrupción, aseguraba que nunca había designado familiares y amigos, y criticaba a este gobierno por hacerlo.
Sin embargo, unas semanas más tarde, Moine se olvidó de aquello que tanto lo indignaba y no habla más del gasto de la política, sino que, muy por el contrario, hoy es vocero de Bordet y de Busti, principalmente de este último, a pesar de los fuertes enfrentamientos que tuvieron en el pasado.
El ex gobernador actualmente es el vocero de la ley de reforma previsional, de un proyecto de ajuste sobre los trabajadores y jubilados, que son acusados de ser los culpables de que el Estado esté quebrado y desfinanciado.
Los 19 mil millones de pesos de déficit de la Caja de Jubilaciones, fueron causados por los activos y pasivos provinciales, no por quienes nunca hicieron aportes y cobran entre 400 y 700 mil pesos de jubilaciones de privilegio, no por quienes se incapacitaron estando en perfecto estado de salud, no por los arreglos de la política para otorgar jubilaciones a funcionarios y legisladores, que con apenas cuatro años de aporte gozan de cuantiosas jubilaciones por el resto de sus vidas.
Moine no habla de eso, habla de ajustar al empleado y al trabajador, como los causantes de la quiebra de la provincia.
Hoy Moine opera a favor de esta ley de ajuste y no habla más de la corrupción que tanto lo indignaba hasta hace unas semanas. Ya no se refiere más a la Justicia, la misma que cuando saca algún fallo que no es del agrado del gobierno se le publican los sueldos de los jueces, de más de 760 mil pesos, y dan marcha atrás y se callan.
Ya ocurrió que la Justicia emitió un comunicado cuando la provincia anunció un aumento de 3.500 pesos, y luego aparecieron en todos los medios afines al gobierno los sueldos de los jueces, que inmediatamente se callaron la boca por miedo a que sacaran algún otro trapito al sol.
Así, mientras se pide independencia de poderes, el presidente del Superior Tribunal de Justicia o el procurador Jorge García se juntan con el presidente de la Cámara de Diputados, Ángel Giano, con la del Senado, Laura Stratta, o con los ministros, aquellos mismos que están siendo investigados, para articular, programar, coordinar, y demás, dejando muchas dudas acerca de la independencia de poderes.
Cuando este Portal anunció que Bordet tenía todo listo para modificar la ley previsional y que convocaría una bicameral, la noticia fue acusada de que era una fake news.
Sin embargo, es un hecho que se va a aumentar la edad jubilatoria, que el 82% móvil se reducirá a un 67%, aunque Bordet y Busti no se animen a anunciarlo públicamente.
Es por ello que sale Moine a hablar, a afirmar que el proyecto es necesario.
Históricamente, el peronismo, y principalmente Busti, se han nutrido de los votos de los empleados públicos, de los docentes, y de los jubilados. Durante sus gestiones, Busti siempre priorizó pagar los sueldos, aun cuando la situación económica apremiaba y el país atravesaba graves crisis.
Aunque no pudiera hacer una obra, o brindar servicios, Busti pagaba los sueldos, tenía conformes a la gran mayoría de los votantes de la provincia: empleados públicos y jubilados, que abundan en Entre Ríos.
Con esos antecedentes, Busti no se anima a pagar el costo político de esta repudiable ley, y mucho menos quiere asumirlo Bordet, por lo que mandan a Moine a operar, a afirmar que hay que ajustar para que el Estado provincial no quiebre.
Después de aquellos audios que viralizó criticando fuertemente a la corrupción, a los amigos designados en el Estado, Moine se dio vuelta, y solo habla de lo que le interesa a Busti y a Bordet.
En la provincia se conformará una bicameral para modificar la ley previsional, llevar la edad jubilatoria para todos a 65 años, echar por tierra al 82% móvil y pagar apenas un 67%.
Quienes se podían jubilar con 30 años de aportes, ahora deberán aportar 40 o 45 años. Los policías, que se jubilaban a los 48 años, deberán trabajar hasta los 65, las mujeres que se jubilaban a los 52 o los docentes a los 55, tendrán que aportar entre 13 y 10 años más, al igual que los trabajadores del sistema sanitario.
La Caja de Jubilaciones fue durante años un botín de guerra, un trofeo político que era tomado y saqueado, pero hoy parece que los responsables son los trabajadores públicos y los jubilados, aquellos que aportan toda la vida para poder tener una jubilación digna.
Los culpables, según Moine, son los más débiles, no la corrupción, no los muertos que siguen cobrando, no las incapacidades mal otorgadas, no las jubilaciones de privilegio para los que aportaron cuatro años, como el propio Moine que, aunque diga que como gobernador no cobró su sueldo, hace 25 años que tiene una jubilación de privilegio como gobernador, como Busti y otros.
En una Entre Ríos fundida, el hilo se va a cortar por lo más fino, no por la corrupción, no habrá una junta médica para revisar las incapacidades, no habrá una investigación penal para que devuelvan lo que se llevaron y para que los responsables del vaciamiento de la Caja paguen por sus desmanejos.
Por eso sale Moine a hablar: porque la ley perjudicará a los trabajadores y jubilados que dignamente intentaron subsistir, y porque Bordet y Busti no quieren pagar el costo político de este despiadado ajuste.
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MOU,LARRY Y CARLY.