El presidente del Centro Comercial e Industrial de Paraná aseguró que apelan al “buen criterio” del gobernador y del intendente porque “lo que provocó el incremento de contagios es la realización de fiestas en lugares que no están habilitados, y jóvenes y adultos hacen usufructo comercial de esta desgracia que estamos viviendo, sin tener en cuenta daño que se produce a la salud”.
“En esta nueva normalidad como se da en llamar el periodo post pandemia, se han recuperado algunos niveles de venta pero estamos lejos todavía porque hay sectores que sufrieron una caída interanual que supera el 11 o el 14%. En general el país ha tenido una caída de alrededor del 20%”.
“Las medidas que hipotéticamente se estarían por implementar, solicitamos a través del comunicado que no se castigue al comercio en general. Limitar el horario, como se plantea en el ejecutivo nacional, desde las 23 hasta las 5 horas implicaría que toda la actividad turística cierre a las 22.30 porque se está hablando de sanciones ejemplificadoras, como ser secuestro de vehículo a quienes circulen en ese horario”.
“Hay medidas que se están tomando sin las previsiones del caso y que dañan fuertemente la economía, no ayudan, ya se comprobó en los casi 10 meses que llevamos de cuarentena. No han tenido éxito, son fracasos, no se ha podido controlar la curva de contagios”.
“Desde el Centro Comercial hacemos referencia a que la exigencia de mayores controles es a las actividades diurnas pero los casos que provocaron el incremento de contagios en Paraná y en las ciudades ribereñas es por la realización de fiestas en lugares que no están habilitados, como la Isla Bonita, que el municipio no tiene jurisdicción, y jóvenes y adultos hacen usufructo comercial de esta desgracia que estamos viviendo, sin tener en cuenta daño que se produce a la salud”.
“Siempre habrá este tipo de rapiñero que lucra en medio de la desgracia pero eso es lo que se tiene que controlar”.
“Ha habido un relajamiento en cuanto a la consideración de lo grave que es la enfermedad de parte de la sociedad en general, esto produce esta curva de contagios y por eso apelamos al buen criterio del intendente de la ciudad de Paraná y del gobernador para que los controles sean efectivos en locales nocturnos de cualquier rubro, los comercios, supermercados y que se evite el aglomeramiento de jóvenes en cualquier espacio de la ciudad. Que se cumplan los decretos de la nación, refrendados por la provincia y el municipio. Eso solicitamos”.
“Todos fuimos jóvenes, todos tenemos ganas de salir y de divertirnos, pero hay que cumplir con los protocolos que piden las autoridades de salud, que son medidas consensuadas por los referentes que entienden en la materia y hoy no se cumplen, lamentablemente”.
“Estamos por empezar a pagar, si las medidas se aplica como se pide a nivel nacional, todos los comerciantes, no solo en Paraná sino en la provincia y en el país, ¿por qué tenemos que pagar nosotros las fiestas de otros cuando nosotros hemos cumplido a rajatablas con todos los protocolos con el propósito de tener nuestros establecimientos abiertos para poder seguir comercializando, pagando los impuestos, cumpliendo con los compromisos salariales?”
“Lo que se va a provocar si se toman las medidas restrictivas que se están hablando es el quiebre de muchísimos negocios más de los que ya han quebrado y la pérdida de miles de fuentes de trabajo más”.
“Nosotros hemos sido controlados y vemos que el municipio controla el cumplimiento de los protocolos establecidos, es lo que corresponde pero esos controles faltan en la zona de quintas, donde se alquila sin ver a quién o para qué se alquila, donde los padres hacen la vista gorda para que sus hijos hagan fiestas clandestinas, hay responsabilidad compartida”.
“Ya subestimaron el virus al principio de la pandemia, lo hizo Ginés”.
“La actividad en la peatonal de Paraná, en la zona céntrica, que es donde se vio más personas adquiriendo productos para las fiestas, ha sido alentadora, hemos tenido el regocijo de algunos colegas, pero teniendo en cuenta el parámetro del cierre que hemos tenido, la reducción de horarios y el consecuente miedo que ha habido que hizo que la gente misma restringiera sus salidas, pero ya estresada y hastiada de la cuarentena aprovechó para salir a distenderse, a tomar algo, a caminar. Veníamos agobiados por el encierro y ha sido alentador pero como dice un informe de la CAME que fue hecho a nivel país, las ventas han retrocedido durante todo el 2020, algo que es natural, porque tampoco hubo recomposición salarial y sí una inflación del 40% que se reflejó en los precios de la mercadería e hizo que el asalariado no pudiera darse un gusto”.
“Sin embargo, en las últimas dos semanas de diciembre hubo movimiento y se generó una expectativa en los comerciantes y tener ingresos de dinero fresco para poder pasar el verano porque en Paraná el que se puede ir se va y el que no se puede ir no tiene ni para tomar un café, así que caen las ventas en enero, se recuperan en febrero por las compras escolares y las ofertas de temporada, pero enero y febrero van a ser duros, sobre todo si se aplican nuevas restricciones”.
“La gastronomía está trabajando de 7 de la mañana hasta las 3 hoy en Paraná. Si se aplican las nuevas restricciones, no se afectará al comercio minorista en general pero el resto de las actividades, gastronómicas y hoteleras se verán seriamente afectadas porque si la gente puede circular hasta las 23, 30 minutos antes hay que cerrar porque los trabajadores deben trasladarse hasta su domicilio para no sufrir multas”.
“Todo el comercio en general y el gastronómico también tiene un doble control porque hay protocolos internos para el personal de cocina y el de salón que tienen contacto estrecho con el cliente y el protocolo que establecen las autoridades municipales en este caso en el ingreso, tomar la temperatura, la somatización y demás”.
“Si los horarios se restringen, la aplicación de estas medidas tendrá un impacto directo sobre los locales que tienen horario nocturno más extendido y sobre los restaurantes, porque durante la temporada estival la gente suele salir mucho más tarde, llega a cenar alrededor de las 22 o 22.30, se perdería un turno de cocina. Nos están metiendo la mano en el bolsillo porque coartan la posibilidad de tener un turno nocturno que restringiría el 50% de las ventas”.