El mandatario tiene terror a ser el padre de otro papelón histórico del justicialismo provincial y hablará acerca de la posibilidad de que las primarias no se realicen.
A menos de medio año para la fecha estipulada para la realización de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, el gobernador entrerriano, Gustavo Bordet, hablará ante la Asamblea Legislativa con la suspensión de esos comicios como uno de los temas de mayor interés.
Es que el mandatario sabe que si la lista oficial, con los nombres que sea, va a las urnas en agosto, tiene asegurado un papelón electoral histórico, peor incluso que el más reciente antecedente, cuando en octubre de 2019 la derrota del PJ entrerriano le costó al justicialismo perder un senador.
Después de aquella derrota humillante, Bordet aspira a evitar que las PASO se realicen y jugársela directamente por una hazaña en octubre, aunque eso también es poco probable.
El argumento que utilizará el mandatario es el de evitar contagios de coronavirus con el movimiento que se genera en una elección, y también el de ahorrar fondos públicos en medio de una profunda crisis.
Sin embargo, es evidente que, si el panorama le asegurara una victoria al justicialismo, el oficialismo no escatimaría es gastos y, al contrario, aprovecharía la ocasión para mostrar los buenos números.
En cambio, el oficialismo entrerriano tiene pésimos resultados en todas las encuestas, una imagen negativa que sigue aumentando y una intención de voto que cae en picada, incluso entre aquellos que lo votaron en las elecciones de 2019.
El por ello que el argumento de la austeridad es poco creíble. Más aún si se tiene en cuenta que la estructura oficial no escatima en gastos para la política, el funcionariado, viáticos, cajas chicas, autos, y demás.
Bordet le tiene terror a sufrir otro contundente fracaso porque le quedan dos años al frente de la provincia, y si es culpable por otro papelón electoral le será imposible gobernar.
Las PASO suelen ser una gran encuesta, que termina anticipando lo que finalmente ocurrirá en octubre, donde los números generalmente se profundizan, porque a nadie le gusta jugar a perdedor.
Así, un papelón en agosto sería ratificado con creces en octubre, y Bordet pretende evitar eso.
Por eso es uno de los gobernadores que militan con más fuerza para que este año no haya democracia partidaria. Que a lo sumo si hay listas internas se definan dentro de los partidos, pero no a la vista de toda la ciudadanía.
Más allá de eso, en el justicialismo ya hay varios espacios que se están conformando para ir por fuera, y por lo menos dos listas ya recibieron el aval de la Justicia Electoral para competir.
Con el oficialismo muy debilitado y absolutamente descreído por los electores, estos nuevos partidos buscan quedarse al menos con una de las cinco bancas para diputados nacionales que renueva la provincia.
Tres bancas están hoy en manos de Cambiemos, la de Atilio Benedetti, Alicia Fregonese y Jorge Lacoste; mientras que dos son del PJ, las de Carolina Gaillard y Mayda Cresto.
Esta última, busca renovar su banca y se muestra permanentemente recorriendo la provincia y llevando obras junto a su hermano, Enrique Cresto, titular del Enohsa.
Otra que ya está mostrándose como candidata es la ministra de Gobierno, Rosario Romero, que por su cargo cuenta con una gran estructura que le permite tener a disposición contratos y personas para salir a trabajar durante la campaña.
Rosario Romero y Mayda Cresto, en plena campaña para ser candidatas
Más allá de los nombres que circulan, lo concreto es que Bordet quiere a toda costa que las PASO se suspendan y que se vote directamente en octubre, apelando a que pase algo que lo salve en estos meses.
Con el argumento del ahorro, algo que no es precisamente una bandera de esta gestión, Bordet se plantará este lunes ante la Asamblea Legislativa con un discurso con el que buscará evitar que los entrerrianos se expresen en las urnas en agosto, para no sufrir otro papelón electoral.