Junto al intendente de Rosario, Pablo Javkin, intentaron acercarse a la marcha por la inseguridad y fueron sacados del Monumento a la Bandera a empujones por los manifestantes. Rodeado por guardaespaldas y policías, el mandatario provincial tuvo que soportar el reproche cara a cara de manifestantes que lo siguieron más de 200 metros hasta que dejó la zona en un automóvil.
El gobernador santafesino Omar Perotti y el intendente de Rosario, Pablo Javkin, intentaron acercarse a la marcha por la inseguridad en Rosario y fueron sacados a empujones por los manifestantes. Rodeado por guardaespaldas y policías, el mandatario provincial tuvo que soportar el reproche cara a cara de muchos manifestantes que lo siguieron más de 200 metros hasta que dejó la zona en un automóvil.
Una multitud, estimada en más de 10.000 personas, se reunió esta noche en el Monumento a la Bandera en Rosario para reclamar seguridad y repudiar el crimen de Joaquín Pérez, el arquitecto de 34 años, que fue asesinado el martes de la semana pasada por dos hombres que le dispararon cuando le robaron su automóvil, un Renault Clio.
La tensión subió de golpe durante el inicio de la protesta en Rosario, cuando el gobernador Perotti, el intendente Javkin y legisladores de varios partidos recibieron una ola de insultos y empujones al hacerse presentes en la marcha. Perotti se quedó unos minutos y decidió irse, cuando los insultos empezaban a subir de tono. Los manifestantes lo siguieron durante unos 200 metros sin que la policía hiciese un cordón de seguridad para evitar que el mandatario recibiese reproches cara a cara. Los vecinos más enardecidos rodearon, incluso, el automóvil del gobernador hasta que el conductor pudo sacar a Perotti de esa zona de conflicto.
El intendente Javkin prefirió quedarse y tratar de hablar con quienes lo agredían y reclamaban por más seguridad. En ese momento se vivieron momentos de suma tensión y también tuvo que ser escoltado por la policía cuando manifestantes enfervorizados lo insultaban. Uno de los reclamos más repetidos era que los funcionarios no enfrentan el problema y se esconden. La decisión del gobernador y del intendente de participar de la manifestación no salió como esperaban. El coro de insultos fue atronador al pie del Monumento a la Bandera.
Esta semana los parientes del arquitecto pidieron que los rosarinos se plegasen a este nuevo reclamo en el Monumento a la Bandera. “Las balas no solo mataron a Joaquín, sino que asesinaron a un montón de personas”, afirmó Indiana, la esposa del arquitecto de 34 años, que fue asesinado el martes de la semana pasada cuando dos hombres le dispararon para robarle su Renault Clio modelo 2006, que abandonaron a unas 10 cuadras de la escena del crimen. Herido con dos disparos, el arquitecto trató de llegar hasta su casa, que estaba a unos 50 metros de la cochera, pero murió pocos minutos después, a pesar de las tareas de reanimación que le realizó un vecino que es médico.
“La gente está cansada y estamos todos cansados. Esto tiene que ser un quiebre, tiene que cambiar todo”, reclamó Indiana.
Circunstancias de hartazgo de la población que comenzará a pasar en todos lados, tal como en la vecina provincia de Santa Fe.
3 comentarios
Las cosas están muy cambiadas la gente se anima más
Santa Fe no da más y que decir Rosario con esos delincuentes
NAPAL AHI,,, ROSARIO VA CAMINO A SER TIJUANA