La bicivía paranaense: vergüenza nacional

El video de la historia criticando la situación de la costanera de Ortega Desio y su pareja influencer provocaron encontronazos internos en el municipio.

Desde la presentación del proyecto de construcción de la Bicivía en la ciudad de Paraná, comenzaron a generarse las polémicas por parte de usuarios de las calles del parque Urquiza y de quienes hacen uso del paseo de la costanera, y autoridades municipales que dispusieron más de 10 millones de pesos para su concreción.

Así y todo, el proyecto avanzó, se contrató a una empresa privada (teniendo el municipio los materiales y el personal, párrafo aparte) y se concretó. Y no solo el tramo ya inaugurado, sino que se dio continuidad a la idea, y se licitó la segunda parte, para unir el Puerto con el Thompson, otros de 10 millones más, que seguramente se actualizarán.

Sin respetar el patrimonio de los paranaenses (ocupación de lugares de tránsito comunes, contaminación visual, falta de dársenas de descenso para discapacitados -discriminación-, etc.) y con el dinero de los contribuyentes avanzaron con una idea de modernidad (bicivías) que muy pocos disfrutan y que se podría decir, uno de los lugares más peligrosos en el tránsito de Paraná (entre tantos)

Pero el fin de semana largo, el puma paranaense Ortega Desio y su esposa, la influencer Belu Lucius, publicaron en su historia de Instagram una fuerte crítica al municipio, cuando paseaban por la costanera. “no podemos creer, que le hicieron a la costanera”, entre otros comentarios. La historia fue capturada por la revista Papparazzi y se viralizó a nivel nacional.

Vergüenza nacional. Las críticas llovieron e hicieron que el propio intendente Bahl fuera con toda la furia contra el autor del proyecto, el arquitecto Guillermo Federik, quien habría sido emplazado para arreglar el desastre, con la advertencia hasta de pedir la renuncia.

Pero como ningún funcionario saca dinero de su bolsillo, ya el ejecutivo municipal tendría entre sus ideas, la de cambiar de lado el recorrido de la bicivía y ponerla sobre el lado del río. No aclararon si los nuevos planos los hará el mismo Federik.

Lo que se preguntaban quienes escucharon el “deseo de mejora” era si “¿lo va a hacer son su plata o con la de los paranaenses? ¿Volverá a contratar una empresa privada o usará la máquina que compró para demarcar las calles que costó $3.500.000? ¿Usará la mano de obra del personal capacitado que ya trabaja en el municipio?”