La «Corpo» en acción

Cuando se denunció en el Jury a la Fiscal Anticorrupción, Cecilia Goyeneche, y a su jefe Jorge García, no llamó la atención en el ambiente jurídico el voto de Carbonell crucificando a ambos miembros del Ministerio Público: se sabe que el entonces presidente del STJ responde a las órdenes del gobernador que lo elevó a tan alto como impensado sitial.

Y que, más allá de sus diferencias con el urribarrismo, Gustavo tenía que demostrar (o al menos hacerle creer a sus compañeros) que no le gustó nada que activaran las causas de corrupción pocas semanas antes de las elecciones legislativas (lo que en realidad “al operativo entrega de Cresto a manos de Frigerio” le vino de perillas). “Es imposible que no le dé el “pesto” ni para cambiar una fecha de una audiencia”. Es evidente que no movió un pelo, o habló para que la pongan de gusto en esa fecha”, especulaban amargamente en el pejotismo. Se preguntaba, «¿Qué cambiaba judicialmente que arranque en la segunda quincena de noviembre el juicio?”.

De cualquier forma advierte que el poder se le está escapando “como agua entre los dedos” y que el próximo puede ser él.

Pero es obvio, lo más evidente de todo: que en la volteada de los contratos truchos podía rozarlo y hacer caer funcionarios amigos. Al único que vincularon hasta ahora es Orabona (Tocarlo a Palito es tocarlo a él dicen…por que será???. ¿Dónde fue a parar la plata de los contratos truchos? ¿A los bolsillos de quienes concretamente?.

Entonces: duro con fiscales y fiscalas que no son totalmente “domesticables”.

Tampoco sorprendió que se sumara Carubia: es conocida su ojeriza con el titular del Ministerio Fiscal y aprovechó la ocasión para saldar viejas cuentas.

Lo que llamó la atención fue el voto de Mizawak (siempre puertas adentro), a quien se conocía en general como amiga y aliada del “Coque”. Vale recordar que incluso, en más de una ocasión la ayudó a sacarla de apuros cuando “las papas quemaban” (recuérdese el fallido juicio político, donde se ventilaron manejos de viáticos y “sobresueldos”, y sentencias firmadas en varias capitales del mundo, fuera de Entre Ríos, etc) ocasión en la que Chiara Díaz la llamara “La reina del viático”.

Pero claro, a la “hora de los bifes” pesó más las sociedades con el Pato, que la lealtad al ocasional protector. Es esa misma sociedad que como compensación o paga, le ofrece como fruto a Schumacher como compañera en el máximo órgano provincial.-Quien es pareja de quien maneja por éstos días los contratos de la Cámara de Diputados, Angel Giano, “engordados” a casi el doble. Y después se asustan de Venezuela!!!!

“No esperaba esto de la Flaca”, dicen que era el amargado comentario del Coque, apesadumbrado por la ingratitud de su “amiga” que pasó a ser “ex” o casi “enemiga”. No la tenía bien calibrada parece.

Enseguida los dos integrantes del Ministerio Público lejos de irse al mazo, pusieron “cojones” y “ovarios”. No arrugaron, como esperaba la corporación político – judicial. Es lógico, conocen los puntos débiles de la casta política. Ensayaron una ofensiva mediática y jurídica que se puede entender exitosa al día de la fecha.

La sociedad parece que los acompaña. Denunciaron en síntesis que no los dejaban actuar contra la corrupción enquistada en las altas esferas del poder político, lo que es un secreto a voces que existe. Por eso es que el pueblo les creyó. Les creería mucho más si activaran las causas contra el gobierno actual.

Palabras más palabras menos, expresaron que lo poco que pudieron avanzar (aclararon que faltan imputar las figuras más importantes) les molestó de sobremanera a los políticos, lo que también es cierto.

Explicaron, en otros términos, que centraron sus baterías en los “perejiles”, dejando para “más adelante” a los peces gordos. Veremos si ocurre, pero para eso tienen que quedarse a trabajar.

García echó mano a sus contactos. Movilizó una batería de fiscales y afines de toda la república, quienes se mostraron solidarios en su respaldo y el de la Procuradora Adjunta.

Pero ahora les pagan con la misma moneda: Salió días pasados una declaración de la Junta Federal de Cortes (JUFEJUS), gestionada por el Dr. Carlomagno en solidaridad con sus colegas, y firmada por la Dra. María del Carmen Bataini (jueza del Superior de Tierra del Fuego).

Según el tenor del mismo parece que los jueces de las máximas esferas provinciales no son pasibles de ser acusados de nada: “con los Supremos, no!, como quien dice “¡las mujeres y los niños primero!”.
Agregan, incluso que vendría la JUFEJUS en pleno, en medio del tórrido febrero, a sesionar en Entre Ríos, para respaldar a los colegas.

En todo caso, Dra. Bataini, es cierto que a los Supremos no se los puede denunciar sin más, porque nuestra Constitución prevé un procedimiento especial para ellos; el juicio político.
Pero no son inmunes ni tienen “coronita”, tanto jueces como fiscales, si actúan incorrectamente o cometen delito, en sus funciones o afuera, son responsables, se los puede juzgar como a cualquier “hijo de vecino”.

Pero no nos engañemos: la cuestión ya no es “jurídica” sino es netamente “política”.
Y la “política” lo que es evidente que quiere con el alma es no pagar ningún costo con condenas por los desmanejos de la caja, no devolver la millonada de dólares que se llevó, no contar como la repartió, y seguir llevándosela en el futuro. Así de corta.

Eso es más que claro: Fíjense que ni la oposición utilizó el tema en la campaña y guarda silencio sobre otros puntos escandalosos: “Entre fantasmas no nos vamos a pisar la sábana”, nos dijo un encumbrado diputado de ese espacio.

Acá se dirimen, en esta pelea sucia entre Ministerio y Supremos, mucho más que una interna judicial: es saber si el poder, la avaricia y la impunidad tienen o no algún tipo de límites.