Grave denuncia: el Gobierno incumple con los programas educativos

El reclamo surge de una escuela de la seccional de la concejal de Paraná Marta Farías, el concejal Nuñez y el diputado Solanas, que llamativamente a pesar del año electoral no aparecen y hacen oídos sordos a los ruegos de padres y docentes. Los directivos no reciben las partidas para adquirir elementos de higiene, no hay cocineras y los alumnos se mantienen a “sanguchito”.

Esta semana se conoció un relevamiento que indica que en Entre Ríos solo el 36% de los niños termina la escuela primaria con un nivel satisfactorio, un índice que se ubica muy por debajo de la media nacional, ubicado en un 43%. Solo el 88% de los niños completa el nivel primario en la provincia.

Pero no solos los niveles educativos caen, sino también la calidad en infraestructura, mantenimiento y por sobre todas las cosas, la higiene y alimentación de los alumnos.

Cientos de escuelas padecen la misma situación. Tal como ocurre en la Escuela 206 “Los Constituyentes”, en la avenida Uranga de Paraná, frente a la mansión del gobernador Bordet. Los directivos y docentes ya agotaron loa medios de reclamar a las autoridades de Educación para que les manden la plata que les corresponde para insumos.

Hay dos Programas, según los papeles: Patio Limpio e Insumos, por los cuales deberían recibir lavandina, etc. y todos los elementos de limpieza que tiene que tener todo establecimiento escolar.

El aporte total en el caso de la Escuela Los Constituyentes es de $ 17.000, pero ese monto debe ser repartido entre las dos escuelas que funcionan en el predio, la primaria y la es cuela secundaria N° 19 Raúl Humberto Záccaro. Pero, la plata no llega, por ese motivo, según los propios directivos, “no hay ni para el papel higiénico”.

Lo que se pudo comprar para comenzar el ciclo 2023, se hizo con fondos que habrían quedado del año pasado, que por supuesto no se pudo adquirir la cantidad necesaria por la inflación, devaluación y todo lo que afecta económicamente a los argentinos.

Otra gravísima dificultad que tiene la escuela es el comedor escolar. Allí están trabajando con un menú alternativo que no cubre las necesidades nutricionales de los chicos, por lo que los directivos estarían exigiendo respetar el menú elaborado según las especificaciones técnicas para tal fin, y no reciben  ningún tipo de respuestas. No se respetan las raciones, las cantidades ni los insumos para las comidas.

Según se supo entre los docentes, la cocinera habría sacado licencia y desde el CGE no habrían mandado una suplente para poder seguir con las tareas esenciales para los alumnos. No se respeta lo básico e indispensable para la niñez, como es la alimentación ni la higiene, ya que en muchos casos por no contar con el personal indispensable, lo chicos comen en platos que no han sido lavados. No se respetan los cuidados bromatológicos indispensables.

Los gurises que asisten al comedor de la escuela, en la mayoría de los casos, es la única comida que reciben en el día, a lo sumo pueden concurrir a algún merendero que puedan tener cerca de sus casas, si no, es el único alimento que reciben a diario.

Desde el inicio del ciclo lectivo, el 27 de febrero, los alumnos de la escuela 206 “Los Constituyentes” solo comen “sanguchitos”, no han recibido aun una comida nutritiva que pueda ayudarlos en su alimentación diaria.

Chicos que provienen de familias que viven en la populosa zona de Paraná y hacen malabares para cubrir sus necesidades vitales, y quizás solo pueden acceder a la alimentación de lunes a viernes cuando asisten a la escuela.

Sabida es la situación que padecen, y muchos han sido los reclamos de los docentes y los padres de la escuela que pertenece a la seccional de la concejala Marta Farías, el concejal Nuñez y el diputado Julio Solanas, que no atienden los reclamos de la comunidad educativa y hacen oídos sordos. Llamativamente en un año electoral, sorprende qu eni de esa forma respondan los cientos de reclamos que ya se tornan graves, hacen oidos sordos, no se dan por enterados.

Mientras, el gobernador Bordet se pasea  por La Gran Manzana, Nueva York, con su secretario Velázquez (que nadie sabe que puede aportar más que gastos en viáticos), viendo cómo va convencer a los acreedores para  que le presten más dólares para lavar su imagen en la próxima campaña. Y los chicos de la escuela frente a sus casas comen sanguchito en platos son lavar.