«Entre los bancos y los jubilados, me quedo con los jubilados», la promesa rota de Alberto Fernández por los bonos en dólares de la ANSeS

Un slogan de campaña del Presidente terminó chocándose con la realidad de la crisis de reservas en medio de las internas del Frente de Todos.

 “Entre los bancos y los jubilados me quedo con los jubilados». Las promesas de campaña, se sabe, muchas veces quedan en eso: solo palabras. Ya lo dijo Carlos Saúl Menem en una de sus frases más famosas: “Si les decía lo que iba a hacer, no me hubieran votado”. Parafraseando otro famoso eslogan de la década del 90’ podría decirse: Alberto lo hizo.

Pero era otro Alberto, el Alberto precandidato. Antes de las PASO de 2019, cuando gobernaba Macri, el exjefe de Gabinete de Cristina Kirchner pronunció una de sus promesas más repetidas de aquella carrera presidencial. Dijo que siempre iba a estar del lado de los jubilados, no de los bancos.

Eran, también, otros tiempos: la inflación era 2,2%, había bajado algunas décimas con respecto a junio; la suba de precios interanual alcanzaba solo el altísimo 55%, la mitad que el 102,5% actual. Y el dólar blue se cotizaba a 45 pesos. Mejor no hacer cálculos ahí.

Más números: en el Banco Central había reservas por 67.994 millones de dólares; hoy, según datos oficiales, apenas 38.000 millones. Las estimaciones privadas estiman que casi la mitad de esos fondos son apalancados por un swap chino de yuanes con el Banco Popular del país que gobierna Xi Jinping. Y el saldo de Leliqs ese día en que Fernández despotricó contra los bancos, a los que llamó usureros, era de 1.237.663 millones de pesos, ahora esa cifra alcanza los 8.719.728 millones de pesos.

Otro dato: Alberto Fernández y Cristina Kirchner se hablaban. Hoy no.

Con ese escenario, la decisión del Gobierno de obligar a la ANSeS y otros organismos públicos a vender sus bonos en dólares en medio de la crisis de reservas y con el dólar arrimándose a los 400 pesos, no fue festejada por los jubilados, En una Argentina en la que la moneda local se devalúa a diario, ellos están obligados a apostar al peso. Póstumo Homenaje de Estado al ministro de la dictadura Lorenzo Sigaut y su tristemente célebre frase sobre los argentinos y el dólar.

Al contrario, la primera reunión del ministro de Economía, Sergio Massa, tras conocerse la medida fue con los bancos (los “usureros” de 2019), que sí celebraron la posibilidad de poder hacerse con esos títulos. El sector financiero, apuntado desde el kirchnerismo duro como uno de los orígenes de todos los males que aquejan a la economía, apoyó la medida.

En declaraciones difundidas por el equipo de Massa, hubo elogios de Adelmo Gabbi, titular de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. «Va a ser positivo. Va a haber más oferta que demanda», dijo. También Juan Politi, de la sociedad de bolsa Allaria Ledesma, opinó al respecto. «El objetivo es estabilizar la situación financiera. Lo veo positivo», sostuvo, según difundieron voceros de Hacienda.

No opinó lo mismo Diego Bossio, extitular de la ANSeS de la actual vicepresidenta de Alberto Fernández, que conoce muy bien el funcionamiento del Fondo de Garantías de Sustentabilidad (FGS), léase el megamillonario «colchón» que resguarda los ahorros de los jubilados, de dónde saldrán los bonos de la polémica.

«Cristina Kirchner nunca me hubiese permitido tomar una decisión de esta naturaleza”, lanzó. Y dijo, en una entrevista con Radio Con Vos, que el sistema financiero está contento porque se hicieron de bonos a 25 centavos sabiendo que «hay una elección en los próximos meses y que, si eventualmente gana la oposición, esos bonos pueden crecer en valor».

Importa el contexto. Todo se produce en medio de las internas feroces del Frente de Todos, que dice apostar a la unidad de cara a las elecciones pero exhibe públicamente cada una de sus peleas.

El Presidente está en tensión con Massa, que lo acusa de operaciones en off the récord para desgastarlo, como admitió Malena Galmarini, esposa del líder del Frente Renovador. Y crecen los rumores de una posible salida del ministro, no alimentadas por los medios hegemónicos del relato K, sino por la prensa oficialistas.

Roberto Navarro, director de El Destape y uno de los periodistas con mejor llegada a las terminales del albertismo y el kirchnerismo lo puso en palabras. Aseguró que la vicepresidenta habló con Massa y le dijo que renuncie al ministerio de Economía el próximo mes para ser candidato presidencial. “Quedate un mes, terminá esto”, contó el ex C5N que le dijeron sus fuentes.

Extraña parábola: CFK, que ungió a Fernández para ser candidato en 2019, ahora apostaría a Massa, que en 2015 promete barrer “a todos los ñoquis de La Cámpora”, a los que comparó con “parásitos”, y meter presos a los condenados por corrupción.

De fondo, un sector del kirchnerismo maquina día a día un operativo clamor para que Cristina Kirchner sea candidata, para romper con una supuesta proscripción que no es tal, pero formó parte de las consignas del 24 de marzo, Día de la Memoria, a pesar del rechazo de los organismos de Derechos Humanos, incluyendo a Estela de Carlotto y Abuelas de Plaza de Mayo.

En la movilización, repleta de con banderas y pancartas para que Cristina Kirchner sea candidata presidencial, Máximo Kirchner parafraseó el eslogan del Alberto Fernández contra los bancos. Lo hizo para cuestionar el acuerdo con el FMI.

«Uno ve que viene el Fondo Monetario a explicarnos cómo maneja la economía, mientras los bancos norteamericanos se caen y enseguida salen en su rescate. Están más interesados en rescatar los bancos que a la gente», criticó el diputado K. «Nosotros estamos más interesados en rescatar a la gente que a los bancos y ese es el gran problema siempre», dijo.

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