Javier Milei: “Los cambios que nuestro país necesita son drásticos, no hay lugar para el gradualismo”

En su discurso, agradeció “a todos los que hicieron que esto fuera posible”, especialmente a los fiscales propios y del PRO. También a Patricia Bullrich y a Mauricio Macri. Adelantó que “son bienvenidos todos los que quieran sumarse”.

Tras haber ganado la presidencia, Javier Milei subió solo al escenario para dar su primer discurso. “Hoy comienza la reconstrucción argentina”, empezó diciendo. Luego agradeció a su militancia y a los fiscales y, en especial, a su hermana Karina, jefa de campaña. También a Mauricio Macri y Patricia Bullrich.

“Hoy empezamos a dar vuelta la página de nuestra historia. Hoy se termina el modelo empobrecedor del estado omnipresente. Se termina la idea de que el Estado es un botín a repartir. Hoy retomamos el camino que hizo grande a este país. Las ideas de nuestros padres fundadores”, leyó el presidente electo.

Y marcó las premisas que regirán su mandato: “Un gobierno limitado que cumple a rajatabla con los compromisos que ha tomado; respeto a la propiedad privada y comercio libre. El modelo de la decadencia ha llegado a su fin, no hay vuelta atrás. Quiero decirle a todos que todos los que quieran sumarse serán bienvenidos, no importa de donde vengan o lo que hayan hecho antes. Es más importante lo que nos une que lo que nos separa”.

Milei también le habló a las personas que piensen “resistir a su gobierno”. “No hay lugar para los violentos, vamos a ser implacables con quienes quieran usar la fuerza para mantener sus privilegios”.

Además, hizo un diagnóstico del país que recibe: “La situación de la Argentina es crítica, no hay lugar para la tibieza, no hay lugar para medias tintas. Si no avanzamos rápido para los cambios estructurales, nos dirigimos a la peor crisis de nuestra historia. Es imprescindible que trabajemos juntos a partir de las 10 de diciembre”.

El cierre fue su frase característica: “Viva la libertad, carajo. Dios bendiga a los argentinos”.

Algunos minutos más tardes, salió de su sede en el Hotel Libertador para saludar a la militancia que lo esperaba. Subió a un pequeño escenario con su vice, Victoria Villarruel, su pareja, Fátima Florez, y su hermana y jefa de campaña, Karina. “Por primera vez en la historia, las ideas del cambio y de la libertad representan al 54% de los argentinos. En un acto de patriotismo enorme, quiero destacar el gesto de Mauricio Macri y de Patricia Bullrich que nos acompañaron en este tramo de la campaña”, dijo.

En los baches, la militancia cantaba “que se vayan todos, que no quede ni uno solo”.

Luego adelantó: “No es fácil lo que se viene. Nos están dejando un desequilibrio fiscal colosal, con el problema de la deuda, inflación de 300%. Pero tenemos la determinación para poner en caja las cuentas fiscales, para arreglar los problemas del Banco Central, para salir adelante”.

A los gritos, aseguró: “Esto no es una tarea para tibios, cobardes o corruptos. Vamos a poner de pie a la Argentina”. En ese momento, el público le respondió: “Cristina se va presa”.

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