Milei le pone respirador a la ley ómnibus, quiere la vuelta de las AFJP y le da un golpe a los gremios

En el Congreso, el presidente marcó varios de sus lineamientos económicos y apuntó contra los sindicatos, con modificaciones sustanciales en su caja actual. La insistencia sobre el equilibrio fiscal.

Se esperaba alguna noticia bomba desde lo económico pero finalmente no pasó. Se habló de dolarización o un sistema de «competitividad de monedas», aunque esa posibilidad pasó de largo y quedó en los líneas que bajaron durante los últimos días desde la granja de twiteros oficialistas.

Pero en cambio sí hubo muchos lineamientos de lo que viene, en medio de un escenario que, según dijo el propio presidente Javier Milei, todavía no mostró lo peor.

La vuelta de las AFJP, el cierre de algunas empresas y organismos públicos como la agencia Télam o el Inadi, un nuevo sistema de coparticipación con las provincias y la reforma laboral y fiscal, y el embate contra los gremios, entre otros, son algunos de los puntos sobre los que el mandatario pretende avanzar.

Milei hizo un repaso de lo que fue su gestión de 82 días según sus números, aunque en varios pasajes se centró en el fracaso de la ley ómnibus, según el presidente producto de la mala jugada que le hicieron algunos gobernadores «salvo algunas honrosas excepciones«.

El líder de La Libertad Avanza quiere volver sobre el proyecto pero antes pondrá a los gobernadores en una posición, al menos, incómoda. Los citó para el 25 de mayo próximo a la firma de un pacto que contendrá 10 puntos esenciales.

Es decir: para el presidente la ley ómnibus no está ni cerca de morir, y volverá a insistir con su aprobación, aunque también será su moneda de cambio para negociar con gobernadores.

Esta iniciativa también llega en medio de la reiteración de una máxima que Milei enunció ya varias veces y que también incluyó en su discurso en el Congreso. «El equilibrio fiscal es innegociable», sostuvo, no solo como una búsqueda de su gestión sino también como una forma de decirles a los gobernadores que casi no hay opción: o se llega a un acuerdo, o los fondos que no llegaron tampoco llegarán.

De acuerdo con la visión del propio Milei, el Estado nacional ya comenzó a hacer su parte. Dejó claro que el recorte del gasto público continuará, y ahora quiere que los estados provinciales hagan lo mismo, en lugar de reclamar el envío de fondos.

«A mayor Estado presente, mayor despilfarro. Había una deuda de u$s 3000 millones en bienes y servicios impagos. Es un Estado que no está para cumplir funciones básicas sino para tener kioscos», dijo abiertamente apuntando a los gobernadores.

Y para completar, habló de los recortes que se realizaron y los que se llegarán, como la baja de teléfonos celulares, flotas de autos y eliminación de organismos como el Inadi o la agencia Télam, a lo que se puede sumar el programa de retiros voluntarios que se abrió en Aerolíneas Argentinas.

En el terreno laboral también hubo otro aspecto importante que, si bien no es novedoso en el discurso del presidente, evidentemente muestra que la idea sigue viva.

Se trata de la vuelta de la jubilación privada -que en los 90 nacieron con las AFJP- que conviviría, como en aquel entonces, con el sistema público. Este es el punto 8 de los 10 que formarán parte del Pacto de Mayo, y Milei no habló de un reemplazo del sistema actual por el privado, sino que dijo que debería estar abierto «a quienes prefieran, suscribirse a un sistema privado de jubilación».

Un punto que sin dudas generará un fuerte conflicto con los gremios -un sector sobre el que apuntó en varios tramos del discurso- es la iniciativa que promueve que los convenios propios de empresas pasen a estar por encima de los colectivos, es decir de los firmados justamente por los sindicatos, y un llamado de atención al poder que manejan los representantes de los trabajadores.

Milei también volvió a repetir que lo peor no pasó. Sí valoró la baja que viene mostrando la inflación, aunque dijo que «todavía no se vio lo peor».

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