Después de la confirmación del Presidente de que el economista será ministro, hay silencio sobre el demorado encuentro para definir las condiciones. Qué hay detrás de las versiones de tensión con el titular del Palacio de Hacienda.
“Nadie le va a tocar el culo a Toto (Caputo)”, iluminó Javier Milei ante Jonatan Viale en ¿La Ves? como para garantizar la “inminente” convivencia entre el ministro de Economía y el eterno “ingresante” al gabinete Federico Sturzenegger. Pero oscureció. La cuestión es que si “nadie” es una entidad, la frase más que negar, afirma: “X le va a tocar el…” Una fijación: el Gobierno salta de ministerio en ministerio, abriendo y cerrando internas: Jefatura de Gabinete, Capital Humano, Cancillería y ahora Economía.
El propio Milei se metió en el laberinto cuando el 23 de mayo –casi un mes atrás- anunció que el padre del DNI 70/23 iba a tener un cargo en el Gobierno: “Sale la Ley Bases y entra Sturzenegger como ministro”. La demorada negociación disparó especulaciones sobre la añeja rivalidad entre los economistas. La suspensión de una reunión entre Milei y Sturzenegger, el martes, llevó al clímax las intrigas.
La delimitación de funciones fue una de las prioridades que Sturzenegger pareció aceptar cuando hace diez días en una conferencia organizada por el Instituto Cato en el Hotel Hilton dijo: “Yo hago la desregulación, los temas de la macro son para el ministro (Luis Caputo)”.
El rango también fue una discusión. Hubo versiones de que el ministerio al final sería una secretaría y que hasta podía depender de Jefatura de Gabinete. “Eso Federico no lo va a aceptar”, decían en el entorno del ex titular del BCRA. El propio Milei buscó cortar con la especulación: “Va a ser un ministerio”.
El encuentro entre Milei y Sturzenegger será para definir qué secretarías y subsecretarías heredará “El Coloso”, de la Jefatura de Gabinete. En el desguace puja también Santiago Caputo. La tensión subterránea es “dos Caputo – Sturzenegger”. En el reparto, Toto Caputo recibió el viernes el manejo de las empresas públicas (a privatizar). Sturzenegger concentrará desregulación y modernización del Estado.
El Gobierno salió a negar enfrentamientos. Despues de Milei, el vocero Manuel Adorni insistió en la conferencia matutina: “No hay ninguna incompatibilidad, ni pelea”. Hay un especial tacto presidencial en evitar mostrar a Sturzenegger como el reemplazo natural de Caputo. Sumó al enredo la frase de Fausto Spotorno el domingo: “El programa económico de Caputo es de transición, después vendrá uno más mileísta”.
Sturzenegger estuvo al frente del Banco Central entre 2015 y 2018. Renunció con la silla caliente en medio de una corrida bancaria, con un dólar a $28. Macri eligió al entonces secretario de Finanzas Toto Caputo, que duró 100 días: salió con un dólar a $39.
Desde entonces, la pelea interna fue indisimulable. Hasta Milei durante la campaña y para rivalizar con el PRO, tomaba parte por el hincha de Gimnasia, de La Plata. “Sturzenegger fue el mejor presidente del Banco Central de la historia, es un héroe”. De Caputo, a quien designó para desarmar la bomba de las Leliqs y el cepo, dijo este martes algo parecido: “Es el mejor ministro de Economía de la historia argentina”.
Hay quienes creen que para aplacar las versiones, Sturzenegger debería ser designado cuanto antes. Milei estará mañana en Rosario y después, a las 19, viajará a España. El día D es hoy, pero nadie en la Casa Rosada confirmaba el demorado encuentro. Tampoco cerca del economista, que también rechaza versiones de enfrentamiento: “A los periodistas les gustan esas historias”.
Ya entrenado en estas lides, ¿que la agenda sean las internas de gabinete es un mal menor para el Gobierno?