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El presidente del Peronismo entrerriano, José Cáceres, conocido por presuntamente haber llenado el Senado provincial de «ñoquis», estaría buscando ahora expandir su influencia sobre un 30% de la Municipalidad de Paraná mediante una alianza electoral. Junto a Laura Stratta, convocarían al Congreso Provincial el 7 de septiembre con la propuesta de reformar la Carta Orgánica para asegurar la participación de las minorías.
Esta reforma no implicaría la derogación de la ley Castrillón, ley que favoreció al Partido Justicialista (PJ) durante los 20 años en los que controló la provincia y que ahora se convertiría en un obstáculo para sus nuevos objetivos. Stratta, por su parte, se postularía para presidir el Congreso, en un intento por revertir el golpe sufrido en las últimas elecciones y reactivar el apoyo interno del partido.
Este llamado a la reforma interna podría parecer tardío para muchos, dado que la democratizacion que se busca esta impedida por la misma ley que ellos mismos crearon y que durante décadas impidió la participación equitativa dentro del PJ. Hoy, cuando ya no les resulta conveniente, Cáceres y Stratta hablarían de «democracia partidaria» y abogarían por una representación de las minorías que antes su propio partido negaba.
José Cáceres, en su nuevo rol dentro del partido como presidente, se vería OBLIGADO a convocar al Congreso del peronismo provincial, ALGO QUE DURANTE SU VICEPRESIDENCIA CASI NUNCA SE HIZO. La costumbre en los últimos tiempos fue mantener las Unidades Básicas CERRADAS y no convocar congresos partidarios, lo que derivó en la desmovilización de la militancia. Aquellos que no cayeron en la apatía prefieren buscar otros espacios de participación y CAMBIARON de bando.
Hoy, el justicialismo de Entre Ríos, tras la dura cachetada recibida en la última elección, en la que se perdió la gobernación y se sufrió una derrota histórica en el otrora bastión del peronismo, parecería estar condenado a un papel secundario. A pesar de las medidas impopulares del gobierno de Milei y de un Frigerio que, aunque discreto y midiendo los tiempos, no lograría superar los obstáculos impuestos por los recortes de Nación, este PJ NO ES LA OPCIÓN preferida por la mayoría de la ciudadanía.
El peronismo entrerriano, con la renovación de autoridades tras las elecciones que la Justicia electoral ordenó realizar porque las anteriores autoridades “dormían la siesta”, siguen contando con nombres que no inspiran ni al militante ni a aquellos que se alejaron en busca de nuevas alternativas de participación política. Los simpatizantes del Justicialismo se encuentran (o chocan) con dirigentes cuyos nombres estarían asociados a la derrota, al accionar político ventajero, y a la desidia militante. En otras palabras, “a más de lo mismo”.
La principal “figurita repetida” sería José Cáceres, por años autoridad del PJ. Cáceres ocupó distintos cargos en el Estado durante décadas: empezó siendo Secretario del Concejo Deliberante, luego Concejal -el más joven hasta ese momento- después fue Director de Atención Comunitaria del Ministerio de Salud y Acción Social, Vicepresidente de la Caja de Jubilaciones de la Provincia, Presidente del Instituto de la Vivienda (IAPV), ocupó una banca en la Cámara Baja Provincial para luego, de la mano de Urribarri, llegar al Ministerio de Desarrollo Social y, finalmente, convertirse en su Vicegobernador. Hoy recibiría una jubilación de privilegio cercana a los CINCO MILLONES MENSUALES, lo que causaría indignación, especialmente cuando Cáceres lamentó públicamente que era su único ingreso.
Otra figura destacada en el convocante Consejo del PJ sería Laura Stratta, actual diputada provincial, quien. según trascendidos, presidiría el Congreso del próximo 7 de septiembre. Stratta, durante su último año en la Vicegobernación, habría realizado 630 CONTRATOS en el Senado para PERSONAS DE SU ENTORNO, con sueldos que oscilarían entre los DOS Y CUATRO MILLONES de pesos.
Comenzando por su ciudad de origen, Victoria, donde habría sido rechazada en las urnas cuando se presentó para la intendencia, Stratta parecería cosechar principalmente rechazo, debido a su presunta vinculación con actos irregulares en los cargos que ocupó, especialmente durante su gestión en el Ministerio de Desarrollo Social y como Vicegobernadora. Se la señalaría como una de las principales responsables de la derrota electoral del PJ, debido a la trascendencia de acciones cuestionables, como los viajes en misión comercial que supuestamente se asemejaban más a viajes de egresados con amigas. La gota que habría colmado el vaso sería su trámite de jubilación realizado en tiempo récord, logrando así una jubilación de privilegio antes de concluir su mandato. Este acto sería considerado ilegal e inmoral, además de un insulto para todos los ciudadanos que pasan meses, e incluso años, tramitando sus jubilaciones con grandes dificultades.
Tanto Cáceres como Stratta habrían sido adeptos a convertir al Estado en una agencia de contratación, facilitando el ingreso de familiares, amigos y conocidos a la administración pública, con sueldos elevados.
Este peronismo, que parecería intentar resurgir con los mismos que lo habrían llevado al estado de coma, contaría únicamente con personajes que alejarían al militante, quien ya los conocería y no los querría más en la conducción del partido. Un ejemplo sería Héctor Bergara, a cargo de la Secretaría de Fiscalización, Control Urbano y Actividades Comerciales de la Municipalidad de Paraná, cuya gestión podría estar afectando la buena imagen lograda por la labor de la intendenta Rosario Romero. Bergara, quien habría sido designado en el Senado Provincial por José Cáceres durante su presidencia, con un sueldo superior a los tres millones de pesos, sería conocido porque, durante horarios laborales, se lo vería frecuentemente paseando por las veredas de las calles Córdoba, Cervantes o la Peatonal. En los círculos legislativos, sería mencionado como uno de los más notorios «ñoquis».
Otro personaje repudiado por la familia municipal y los militantes del PJ paranaense sería Pablo Testa, una de las figuras del poder, cuyo nombre podría generar la misma o incluso mayor repulsión que Bergara y compañía. Testa también ocupa un cargo en la Municipalidad, opacando a Rosario Romero una de las mayores referentes provinciales. Como Secretario Legal y Técnico del Municipio, Testa habría estado con Bahl y, al igual que en la gestión anterior, parecería seguir atendiendo y priorizando sus propios intereses.
Con espanta militantes, el plenario del peronismo presidido por Laura Stratta, se llevaría a cabo el 7 de septiembre en Paraná, en el camping del Sindicato de Empleados de Comercio. El peronismo actualmente está con tendencia a ser la TERCERA FUERZA POLÍTICA, con dirigentes que durante años VIENEN TENIENDO INGRESOS MILLONARIOS, y un partido EMPOBRECIDO en el que no se cumple ni con lo más básico, que es pagar los sueldos de los empleados. VERGONZOSO.
El lugar que hoy ocupa el peronismo entrerriano sería consecuencia de su propia inacción, con una conducción que habría cerrado las puertas al militante y que no permitió la inserción ni el desarrollo de nuevos dirigentes. Actualmente, siguen al mando los mismos responsables del desmoronamiento electoral del partido, que después de 20 años no logró sostenerse más, al haberse enfocado en favorecer los intereses particulares de unos pocos. Lo que alguna vez fue la primera fuerza política de la provincia, hoy estaría relegada, rezagada, y con diagnóstico reservado.
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2 comentarios
Destruyeron el partido y todavía siguen porque no se van de una vez
Cáceres se hace el pobre vistiendo buzos deportivos..q raro no habla de su hija Rita ñoquis del senado o de su escuela Paraná hih scholl