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La ex mandataria criticó al Presidente por el veto a la reforma jubilatoria y se refirió a los diputados radicales que lo apoyaron en la Cámara de Diputados
Desde las 16 se esperaba que Cristina Kirchner encabece un acto en la Universidad Nacional del Oeste. El lema del encuentro fue “Sigue siendo la economía bimonetaria, estúpido”, una suerte de continuidad de la carta que publicó el viernes de la semana pasada y que tuvo un fuerte rebote en el peronismo y en el mapa político nacional. Tanto que la llevó a protagonizar un ida y vuelta tuitero con Javier Milei.
La ex mandataria criticó al Presidente por el veto a la reforma jubilatoria y se refirió a los diputados radicales que lo apoyaron en la Cámara de Diputados. “Esos cinco radicales que se dieron vuelta claramente porque les compraron el voto, lisa y llanamente y literalmente, pegaron a Milei con en la casta también. Pegaron a Milei en la casta que él hablaba, en la casta por la cual pudo joder a los jubilados, esa es la verdad de la milanesa”, dijo.
“Quiero mandar un saludo a los senadores y senadoras que anoche sancionaron debieron sanción a la ley de financiamiento educativo”, lanzó y ponderó la creación de esas instituciones en todo el país.
“Muy poquitos mediocres han criticado a las universidades, el conurbano bonaerense o la creación de universidades, es porque realmente siempre han visto al país desde el helicóptero o por el espejo retrovisor y no han comprendido las realidades diversas y profundas que tiene nuestro país. Así que me siento muy honrada por este reconocimiento”, agregó.
Cristina Kirchner subrayó que la crisis económica en Argentina no se debe únicamente al déficit fiscal, sino a la estructura bimonetaria del país y la escasez de dólares, agravada por la deuda externa. “Allá por febrero ya advertíamos que ese no era el problema, que el problema era la economía bimonetaria, la escasez de dólares y que cuando además la Argentina está endeudada en dólares, como está endeudada desde la gestión del macrismo y el retorno del Fondo Monetario Internacional, todo esto se iba a agravar”, sostuvo.
Kirchner también aclaró que si bien no apoya el déficit fiscal, este no es el único factor a considerar en la economía. “No significa que uno tenga como bandera el déficit fiscal o piense que es lo mejor que le puede pasar a un país. No, no es lo mejor”, expresó, destacando que muchos países enfrentan déficits debido a la falta de financiamiento, una situación que, según ella, es el verdadero problema que enfrenta Argentina.
Cristina Kirchner rememoró las crisis enfrentadas durante su gestión, destacando el impacto global de la caída de Lehman Brothers y la crisis financiera de 2008. “A los meses ya no tuvimos un problema en el país, tuvimos un problema en el mundo. Se cayó el mundo. Crisis Lehman Brothers, Tasa Subprime, una crisis que solamente tiene como antecedente la depresión del año 30″, afirmó. Pese al contexto mundial, enfatizó que su gobierno logró mantener el crecimiento económico y la inclusión social, completando un ciclo de superávit fiscal desde 2003.
“Se cayó el mundo. Crisis Lehman Brothers, Taza Suprime, una crisis que solamente tiene como antecedente la depresión del año 30, la gran crisis del 30, el gran crack del 30. La pudimos superar también. Ese año 2008 también crecimos y completamos un ciclo del 2003 al 2008 de superávit fiscal con crecimiento e inclusión social. Esa es la virtud, porque que se mueran todos de hambre y agote sobre la plata es fantástico, pero la gracia está en que la gente coma y vos puedas administrar el Estado también”, agregó.
Kirchner criticó gestiones que, según ella, buscan soluciones fáciles a costa del bienestar social. “Esto, así, no pagando deudas, ahogando a provincias, no haciendo obra pública… así cualquiera”, expresó. Resaltó los logros de su administración, que no solo reestructuró la deuda y pagó al FMI, sino que también afrontó el legado del corralito de 2001. “El corralito lo pagaron los giles de los peronistas, nosotros”, concluyó, reivindicando las decisiones tomadas por su gobierno y la de Néstor Kirchner en la reestructuración de la deuda.
Cristina Kirchner cuestionó duramente el manejo económico del actual gobierno, pidiendo un cambio de enfoque en la administración del país. “La inflación, que era, como dice Milton Friedman, un fenómeno exclusivamente monetario. Mire, Presidente, largue a Friedman. Largue la escuela austríaca, case el manual argentino y, por favor, siéntese a administrar el país”, afirmó. En sus declaraciones, la ex presidenta subrayó la necesidad de un enfoque más pragmático y alejado de las teorías económicas foráneas para enfrentar la situación actual.
Kirchner también reconoció algunos logros del gobierno, como la salida de Valdez: “Yo le reconozco una cosa, haber conseguido mover al señor Valdez, que parece ser que no era muy amigo del artesano”. Sin embargo, advirtió sobre el riesgo de recurrir a soluciones de endeudamiento, mencionando los rumores de un nuevo tramo de préstamos: “No se trata de lograr, como se está rumoreando, que le habiliten el tramo de préstamo de los 10.000 millones de dólares que no usamos para pagar deuda, porque estaríamos en lo mismo”. Finalizó pidiendo un esquema de vencimientos compatible con las capacidades de pago del país, y reclamó la eliminación de las sobretasas impuestas por los prestamistas internacionales.
“Milei ha creado una imagen de un paraíso perdido y es la de la Argentina de hace 100 años, como primera potencia mundial, que no resiste a la más mínima historia comparada”, expresó. Kirchner subrayó que el modelo agroexportador al que se refiere Milei ya estaba en decadencia a fines del siglo XIX, y que su colapso definitivo ocurrió en 1930 con la conferencia imperial de Ottawa, donde Inglaterra privilegió sus territorios sobre los productos argentinos.
Kirchner también hizo una defensa enfática del surgimiento del peronismo como respuesta a las crisis que enfrentaba el país en ese entonces. “¿Por qué te crees que vino el peronismo, hermano? A ver si los gorilas en este país se avivan un poco alguna vez”, declaró, criticando a quienes sostienen el modelo agroexportador. Además, expresó su frustración con el estado de la educación en Argentina: “Si la educación argentina hubiera llegado a todos los rincones en historia, estas cosas no nos estarían pasando. No podría venir un lunático a decirnos cosas que no sucedieron”.
La ex mandataria habló sobre la inflación y la deuda. “Milei habla de rezago de la inflación, que tiene un rezago de 18 a 24 meses. Le disculpo, pero él no tiene un plan de estabilización”, señaló. La ex presidenta comparó la situación actual con el Plan Austral de 1985, afirmando que en ese entonces la inflación, que estaba en torno al 28-30% mensual, se redujo al 5-6% al mes siguiente de su implementación, subrayando que el control de la inflación requiere medidas concretas, no teorías.
Kirchner también abordó las críticas de Milei sobre la deuda y su manejo. “¿Desde cuándo tenemos que tener dólares en el Banco Central para pagar la deuda?”, preguntó irónicamente, refiriéndose a las ideas de Milei sobre la gestión de la deuda externa. “Y ahí hace un giro y dice, ‘pero yo no tengo nada que ver con la deuda’. ¿De dónde salió la deuda? No nació de un repollo. Y usted lo sabe”, enfatizó, reprochando a Milei por intentar deslindarse de la problemática de la deuda y por no proponer soluciones claras.
En un discurso cargado de críticas, Cristina Kirchner arremetió contra las propuestas económicas de Javier Milei, poniendo el foco en su idea de “competencia de monedas” y el impacto en la clase media. “Pasamos a la deflación, quebraron las empresas, todo es un desastre”, afirmó la ex presidenta al describir las posibles consecuencias de las políticas de Milei. “Y ahí tenemos otra cosa, porque parece que se va sacando como el conejo de la galera”, ironizó, refiriéndose a la idea de la competencia de monedas que propone Milei como una solución para la economía argentina.
Kirchner continuó con una dura crítica al objetivo de Milei de extraer los ahorros en dólares de la clase media. “Él sueña con una monetización… escupiendo los dólares que tienen ahorrados”, señaló, explicando que esta estrategia busca que los argentinos utilicen sus dólares para pagar expensas, seguros, colegios, y prepagas, sosteniendo así su nivel de vida. “Como no consiguió los dólares para la dolarización que había prometido, ya no dice dolarización, sino competencia de monedas”, subrayó, poniendo en evidencia lo que considera un cambio en el discurso de Milei. “La cantidad de dólares va a ser tan grande que vamos a poder cerrar el Banco Central”, afirmó, burlándose de la idea de Milei de eliminar la inflación mediante la remonetización de la economía.
En su discurso calificó la palabras de inapropiadas y peligrosas, especialmente para los más jóvenes. “Ver a un presidente recurrir todo el tiempo a expresiones como ‘niños envaselinados’, un gesto que no se sabe si es ornalismo o fálico, es preocupante”, afirmó. Kirchner destacó la importancia del ejemplo que deben dar los líderes políticos, señalando: “Los niños prestan atención a esas cosas”, y añadió que en el contexto de un país donde un menor ha desaparecido hace 90 días, este tipo de lenguaje no es aceptable.
Kirchner también hizo referencia a casos recientes de abuso infantil en la política argentina, como la expulsión de un diputado acusado de posesión de material de abuso infantil. “No pueden ser palabras que un presidente pronuncie”, insistió, subrayando la necesidad de que la palabra presidencial sea constructiva y no violenta. “La palabra de un presidente tiene que ser sanadora, no violenta”, concluyó, instando a un cambio de tono y respeto por parte de las autoridades.
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1 comentario
Critica el veto, cuando ella también vetó el 82 en el.pasado,diciendo q sería irresponsable aplicarlo. Hipócrita