Schmoisman en Concordia: “Hoy no basta con la buena voluntad, los dirigentes deportivos deben tener una preparación previa para cumplir eficazmente con su rol”.

II Curso de Capacitación para Dirigentes Deportivos entrerrianos

Con la disertación del doctor Mario Schmoisman –asesor legal de la Asociación del Fútbol Argentino– sobre el tema “Organización de las Instituciones Deportivas: su situación actual”.

Se inició ayer en el Auditorio del INTI Concordia el II Curso de Capacitación Jurídica, Económica y Financiera para Dirigentes Deportivos, que organizan la Universidad Católica Argentina, la Subsecretaría de Deportes del Gobierno de Entre Ríos, y la Comisión Administradora para el Fondo Especial de Salto Grande (CAFESG).

El acto de apertura contó con la presencia del coordinador de Desarrollo Regional de CAFESG, Angel Giano, y el presidente del Consejo Provincial del Deporte, Edelmiro Aníbal Morán, quienes brindaron la bienvenida a los participantes.

Giano indicó que esta iniciativa responde “a la necesidad cada vez mayor de contar con herramientas apropiadas para realizar una eficaz gestión dirigencial”, y a renglón seguido explicó que consiste en “un curso de capacitación y actualización en aspectos jurídicos, económicos, financieros, laborales y de marketing, que son fundamentales para afrontar los desafíos actuales de las instituciones deportivas”.

En ese sentido, Morán señaló que “el objetivo central es brindarles herramientas a los dirigentes deportivos entrerrianos para que puedan desarrollar su tarea con mayor eficacia, y así seguir avanzando en materia de formación”, la cual –anticipó– “será uno de los pilares” de su incipiente gestión al frente del Coprode.

Crisis de las organizaciones deportivas y búsqueda de soluciones

Como disparador de su conferencia, Mario Schmoisman –oriundo de Ubajay, Departamento Colón– citó al escritor español Acosta Hernández, quien sostiene que “hoy en día el peor enemigo de una organización deportiva no es otra organización deportiva ni otro deporte, como tampoco el contexto social, los deportistas, sus críticos o sus adversarios; el enemigo público N° 1 es la estructura organizativa local y la misma organización deportiva”.

A partir de allí Schmoisman fue hacia atrás y hacia delante en el tiempo para demostrar que la problemática de las instituciones deportivas no es propiedad exclusiva de nuestro país sino que se reproduce a escala mundial. “No es sólo el asociacionismo argentino el que está en crisis, sino el asociacionismo a escala mundial; pero ocurre que cada país tiene características que le son propias y las soluciones, por ende, no pueden ser todas universales”, destacó el asesor legal de la AFA.

Siempre dentro del “ir y venir” que propuso al comienzo, Schmoisman trató de ubicar a los dirigentes en la situación actual analizando lo que sucedió en el pasado, que ha sido determinante para este presente difícil de las instituciones.

“La crisis de las instituciones y de las asociaciones civiles, que son históricamente las que han comandado la «cosa deportiva» en la Argentina, obliga a que nos imaginemos cómo reflotamos esta situación y qué soluciones acordes a nuestra impronta encontramos”, instó el respetado especialista en derecho y deporte.

Schmoisman puso luego a consideración las posibilidades que los dirigentes tienen a su disposición “para transponer este período de crisis y pasar de este estadio actual a otro en que las instituciones no tengan que vivir como hoy, día a día tratando de solucionar conflictos”, enfatizó.

La llave para ese cambio –según el apoderado de AFA– es la “preparación previa para cumplir un rol para el que hoy no basta con la buena voluntad que tienen todos los dirigentes; esta formación debe ir acompañada de una decisión de afrontar conflictos nuevos y, sobre todo, de no permitir que aquellos que utilizan el deporte con un mero fin económico ocupen el lugar de las instituciones”, subrayó.

“Mi idea es que el asociacionismo debe seguir manteniéndose pero aggiornado al tiempo que vivimos, de esa manera los dirigentes no se van a ver superados”, reflexionó por último Schmoisman.

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