Cuando todo daba a entender que la paz reinaba en la disputa por el poder, se ha desata una dura pelea en el seno del gobierno provincial.
Hoy al Contador Miguel Ángel Zuttión, el “topo”, quien es reconocido por su trayectoria en la Juventud Peronista, cesó en el cargo de Director Administrativo y de Finanzas de Vialidad Provincial.
El desplazamiento lo realizó el Ingeniero Jorge Rodríguez, actual Presidente de Vialidad y un funcionario que a pesar de su corta trayectoria dentro del oficialismo goza del total respaldo del Gobernador Sergio Urribarri.
Llama la atención este corrimiento, porque el Contador Zuttión es conocido en los mentideros del oficialismo como un hombre de estrecha confianza del Doctor José Gervacio Laporte, quien le habría conseguido el cargo en Vialidad.
Un Laporte que además de ser Secretario Legal y Técnico de Sergio Urribarri, es una persona de mucho poder e influencias dentro del funcionariado provincial y que ha colocado gente de su confianza en áreas claves de la actual gestión, como el caso del Contador Gustavo Graglia en la importante UEP (espacio muy ambicionado por distintos sectores); además de haber impedido el desplazamiento de otro alto funcionario como el Secretario de Salud Mario Elizalde (hombre del riñón de Laporte), pese a los embates de alguien que también goza de la confianza de Urribarri como es Ángel Giano.
Y a pesar de que el Ministro de Acción Social es uno de los puntales político que mejor impresión tiene dentro del Gobierno, el Primer Mandatario decidió hacer oídos sordos a su pedido y optó por mantener a Elizalde en su cargo.
Un José Gervacio Laporte que, en principio, se esperaba un choque con el actual Fiscal de Estado Julio Rodríguez Signes, tal como en otro momento de la pasada gestión lo tuvo con Claudia Mizawak. Sin embargo, ahora parecería que Rodríguez Signes y Laporte se han sentado y han achicado las diferencias.
Lo concreto, es que las turbulencias dentro del gobierno provincial se están dando, principalmente entre los más poderosos e influyentes.
En definitiva, como dijera un filósofo: saber gobernar es saber elegir.
