La interna peronista ingresa en la última curva y va tomando un tono dramático; Aparece un Daniel Ruberto respirándole en la nuca al candidato oficialista.
Encontramos hoy de un lado, a un José Carlos Halle saliendo a decir: “gano con el apoyo de la gente” y afirmando que su seguridad nace de lo que perciben en las caminatas por los barrios. Mientras tanto, el Gobernador Busti manda a todos los funcionarios para que lo acompañen en las recorridas, dejando entrever de esta manera que la suerte de estos últimos va ligada a la de su candidato a Intendente. Sí Halle gana, siguen; si pierde, quienes sean de Paraná quedarán afuera.
Por otro lado, hallamos a un Daniel Ruberto que aprovecha cada oportunidad que se le presenta en los medios de información para repetir que “Busti y Urribarri se pueden quedar tranquilos”. Explicando que no es necesario hacer un drama si él le gana al candidato oficialista, es decir, si en definitiva le gana a ellos.
Pero lo cierto es que la situación es para dramatizar, porque si Ruberto gana no sólo se está imponiendo al Gobierno, al mismísimo Busti y a la estructura, sino que estaría sentado un mal precedente en vistas del 18 de Marzo de 2007.
Y es que los CANDIDATOS DE BUSTI no estarían simplemente perdiendo una elección sino que aparecerían perdiendo una interna, cuestión que agrava -y mucho- el problema. Porque se supone que en comicios como estos el control y el manejo es más sencillo, especialmente si se los pone frente a un sufragio General, donde el voto es obligatorio y masivo, y donde las estructuras y el aparto pesan infinitivamente menos.
Fue esta una situación impensada cuando se lanzaron las candidaturas, pero lo cierto es que no estuvieron presentes las declinaciones y los encolumnamientos esperados, ni se juntaron los tacos.
Así es como hoy surgen las amenazas a los funcionarios, para que abandonen sus sillones y se pongan a caminar junto al candidato del Gobierno. Pero las cosas no son tan fáciles. Y es que muchos de ellos, desde que asumieron hace tres años, jamás bajaron a un barrio ni abrieron las puertas de sus oficinas, por lo cual, hoy son reconocidos e insultados por la gente, más allá que traten de guarecerse o refugiarse, o que intenten pasar desapercibidos en el medio de las caminatas. Y hay más aún, en algunos barrios, los susodichos funcionarios tienen que pagar en efectivo para poder avanzar, sino no pasan. Tal como ocurrió en Yatay y algunos otros lugares.
Que más queda por decir, este hecho habla a las claras de la situación actual.
En el medio de todo esto, Daniel Ruberto y Cia tienen el desafío de convencer al Gobernador de que, si ellos ganan “Busti puede quedarse tranquilo”.
Como dijera un filósofo: «Daca y toma que en materias de intereses no admiten bromas».
Ricardo David.
