Arturo Vera fue contundente: “No soy un creyente de las Reformas, considero que desde 1990 hasta hoy, todas las que se han realizado fueron motivadas por cuestiones personales o partidarias”.
“No considero trascendente la incorporación de nuevos institutos del derecho que ser crean y se trampean de arranque. Para realizar un buen gobierno no es necesario sumar nuevas instituciones sino mejorar las ya existentes. La calidad de vida de los entrerrianos no se optimiza porque reformemos la Constitución sino si mejoran las gestiones públicas”.
“Sin Concejo de la Magistratura, si se nombra un Juez desde el amiguismo el sistema funciona mal, y si existe el Concejo y se nombra al Magistrado de la misma forma, entonces esta institución es un engaño”.
