Mañana se eligen las nuevas autoridades de la Cámara Baja de la Provincia.
El miércoles 18 se elegirán nuevas autoridades en Diputados y, debido a esto, se habría producido un hecho que no tomó estado público.
Trascendió que Sergio Urribarri llamó a Jorge Busti para decirle que no podría seguir como Presidente de la Cámara Baja, ya que con sus convocatorias mostraban una imagen divida del PJ a nivel nacional a la vez que le encarajinaba todo el gobierno con las declaraciones y posiciones.
Tal parece que Sergio Urribarri, tajante, le habría pedido a Jorge Busti que de un paso al costado. E incluso le habría propuesto, para no levantar rispideces, que en su lugar quedara José Cáceres, actual Viceprimero de Diputados y alguien que hoy tiene buenas relaciones con ambos, incluso en varias oportunidades ofició de mediador entre ellos. Un Cáceres que no fue a la convocatoria de Busti y se disculpó argumentando que había estado atendiendo gente en la sede del partido.
Cuentan que Busti, en un principio, habría puesto el grito en el cielo. Pero no sólo eso, sino que el miércoles en la noche (el mismo día que Urribarri se comunicó con él) habría convocado al bloque de Legisladores de la Cámara Baja del PJ para cerciorarse de los números y no tropezar con una sorpresa. Y es que la desconfianza era grande ante las volteretas que podrían pegar varios Diputados, más allá de que le hubieran asegurado lealtad eterna.
La preocupación rodeó al bustismo, en especial cuando se dieron cuenta que la iniciativa de sacar al ex Gobernador de la Presidencia de la Cámara era algo que la Nación tomaba como propio, y que incluso estarían dispuesto a apuntar allí toda la artillería.
El mismo Senador Guastavino, uno de los incondicionales de los Kirchner, junto a un colaborador cercano, intervinieron como mediadores de la negociación ofreciéndole a Jorge Busti una embajada de manera que este pudiera tener una salida airosa.
Pero los acontecimientos de este fin de semana, que son de dominio público, han cambiado un poco el panorama. Más allá que la cuestión de fondo sigue latente.
Ricardo David.