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La Senadora Nacional Blanca Osuna de Molina es una de las representantes entrerrianas que deberá votar por la aprobación –o no- de la ley de retenciones móviles que ya ha cuenta con media sanción de la Cámara Baja.
Por esta definición, es que desde su grupo político, aquel que la Legisladora encabeza junto a su marido Carlos Molina, están preparando una custodia para la Senadora y su familia, ya que temen repercusiones por medios de escraches y algún tipo de ataques en el domicilio particular de Osuna.
Lo llamativo, es que no sólo esperan manifestaciones desde el sector del campo, sino también temen por algunos realizados desde el interior del mismo peronismo disidente.
Por lo que se escuchó decir a la gente de los Molina, incluso al niño mimado que integra el HCD de Paraná (y que no es Gabriel Molina): “Esta bien que, de vez en cuando, Osuna le peque unos chirlitos a Busti”.
Este armado de prevención, se está organizando desde el mismo Concejo Deliberante de Paraná, desde las oficinas de los tres Ediles que le responden a los Molina.
Allí es donde se estaría gestando estas medidas preventivas para los escraches que se esperan tanto del campo como del PJ disiente, y especialmente aquellos que provengan de este último sector, aquel con el cual la Senadora ha tenido duros cruces en los últimos meses.
