EDITORIAL PROGRAMA «DE FRENTE»
El PJ se metió en un lío del que no sabe como salir, algunos habrían acompañado por incapacidad, otros por miedosos.
“Y ahora que hacemos” se preguntan varios Convencionales del PJ luego de aprobar el proyecto en defensa de la democracia, el cual estaría dejando fuera del cargo al mismísimo Vicegobernador de la provincia, Eduardo Laurito, provocando un verdadero escándalo, ya que este lleva apenas siete meses de gestión. Sin embargo, este no sería el único caso.
El proyecto presentado por la Constituyente Doña Celeste Pérez y que en criollo definió que quienes hayan sido funcionarios de un gobierno de facto no podrán ejercer ningún cargó público en la provincia, fue acompañado por el bloque del Partido Justicialista y aprobado en la Reforma.
Según trascendió, este proyecto era dirigido a varias figuras emblemáticas de la oposición entre las que se encontrarían también Sergio Montiel (quien habría ocupado el cargo de Subsecretario de Justicia en la Revolución Libertadora del ´55) y Marciano Martínez (quien fuera funcionario de Fabre), aunque este último siempre fue defendido por sectores del mismo justicialismo.
Con la medida se buscaba un castigo ejemplar, vinculando a varios dirigentes políticos de la oposición como colaboradores de procesos dictatoriales.
Pero tal parece que en momentos de tratarse y aprobarse el proyecto, algunos no se habrían dado cuenta que con él estaban tirando manteca al techo a la vez que generando un gran conflicto institucional.
Y es que al entrar en vigencia esta medida mediante la aprobación de la nueva Constitución, Eduardo Laurito debería dejar el cargo de Vicegobernador, ya que habría sido funcionario durante el proceso militar.
Pero este no es el único caso, habría más de 2.000 dirigentes de distintos partidos políticos que ocuparon cargos en distintas dictaduras, entre los cuales figurarían nombres muy conocidos.
La salvación para este terremoto que se avecina, sería aferrarse a que la Comisión de Redacción revea este artículo y no aplique la retroactividad como pide el proyecto del PJ, sino que el mismo comience a tener validez para aquellos que quieren acceder a la función pública en el futuro.
Se escuchó decir: “El escándalo hay que pararlo aunque sea con otro escándalo”.
Como dijera aquel viejo refrán criollo: «Mientras más escarba la gallina, más tierra se echa encima».
Ricardo David.
