EDITORIAL PROGRAMA
Los diputados nacionales Gustavo Zavallo, Cristina Cremer de Busti y María de los Ángeles Petit anoche presionaron al Presidente de la Cámara de Diputados, Agustín Rossi, para que Kirchner no venga a Paraná el 17 de octubre, como lo había anunciado Urribarri.
En medio de las polémicas generadas por la decisión de los convencionales de impedir que los intendentes de primera categoría encolumnados con Urribarri pudieran ser reelectos en el año 2011, estos últimos consideraban que esto había sido una jugada de Busti, no sólo para debilitarlo al actual gobernador en su aspiración de ser reelecto en 2011, sino también para cobrárselas a los intendentes, sacándolos de la cancha. El ex gobernador ya lo había hecho con el aumento de la coparticipación aplicándolo a partir de 2011 y no ahora, para que no reciban un mango de más.
Ante todo esto aparece una bomba: en el día de ayer el gobernador Urribarri anunció que el presidente del partido, Néstor Kirchner, iba a estar en Paraná el 17 de octubre para encabezar los actos partidarios.
Busti tomó esto como un acto de intromisión de Néstor Kirchner y el gobierno nacional en la interna entrerriana, en medio de este conflicto suscitado, apoyando públicamente al gobernador y a los intendentes, encabezando el acto del Día de la Lealtad en Paraná, cuando él lo ha realizado históricamente en Concordia.
El ex gobernador, con un rápido movimiento de piezas, ordenó a los diputados entrerrianos Zavallo, Cremer y Petit para que hablen con Agustín Rossi, Presidente de la Cámara de Diputados, y le adviertan que si Kirchner viene a Paraná a meterse en la interna y dejarlo mal parado a Busti, se pudre todo, porque no solamente estos diputados se van del bloque sino que se sumarían al de la provincia de Buenos Aires que conduce Felipe Solá, hoy archienemigo del kirchnerismo, y prometiendo que con esta ida iban a arrastrar a varios más.
Encrucijada para el gobierno nacional que deberá priorizar entre la visita de Kirchner a Paraná o, más allá de las discrepancias, mantener el bloque unido.
Más allá de que, si se opta por lo primero, el bustismo encontraría una excusa perfecta para romper definitivamente con los Kirchner y lo que representan.
En estas instancias, nadie quiere ceder un metro de terreno.
Como dijera un filósofo: “El presente es el yunque donde se forja el porvenir”.
Ricardo David
