Tratan de tapar escándalo
También se harían estéticas a las “chicas” del hospital en forma clandestina, lo que no se sabe es si lo cubre el Iosper o si lo pagan con canje.
El 19 de diciembre un hombre llamado Bernardo habría sido operado de la columna por alguien que sería totalmente ajeno a la institución. Dicen en los pasillos del hospital que el paciente estuvo varias horas en el quirófano.
Comentan que cuando uno de los directores de la institución se enteró de que la operación la llevaría a cabo una persona que no tenía autorización salió corriendo hacia la sala de cirugía, pero el hombre ya estaba a medio operar y con la espalda abierta.
Como la operación fue realizada sin autorización y por una persona que sería ajena al hospital, ya se estaría elaborando un sumario para intentar aclarar la situación.
Así como se da este caso, en los nosocomios de la ciudad hay antecedentes de malos manejos que terminan en problemas para el Estado. Recientemente hubo un juicio de grandes repercusiones porque una mujer embarazada había recibido una transfusión de sangre infectada con VIH.
Por otra parte, es común que vengan equipos de otros lugares, como Buenos Aires, a operar cuando la situación es complicada, pero quien efectuó la cirugía en cuestión no habría estado autorizado para hacerlo.
Además, los mentideros también hablan mucho de que el gran negocio en muchas de las operaciones que se realizan es con las ortopedias, ya que en ocasiones serían recetadas prótesis que en realidad no son necesarias.
También sería vox populi dentro del hospital que las “chicas” que allí trabajan suelen hacerse cirugías estéticas dentro de la institución, pero no está claro si estas operaciones entran dentro de la cobertura del Iosper o si el pago se hace efectivo por otros “medios”.
En definitiva, el hospital estaría atravesando una situación anárquica en la que, más allá de las cirugías sin autorización y las estéticas por canje, se pone en riesgo la salud de la sociedad y estaría dejando en jaque a las autoridades de Salud de la provincia.
Esto es así ya que cualquier persona podría ingresar, con título o sin él, como hizo este señor, a operar al organismo o también, algunas “chicas”, que viendo que en las clínicas privadas el costo de las cirugías es altísimo, intentan operarse en el hospital público a través de un intercambio con el supuesto médico.
