Si hay pobreza que no se note.
El importante dirigente, gran conocedor del estado de los caminos, no dudó en la cuantiosa inversión.
Según comentan empleados viales, no a todos les va tan mal en la repartición.
Y ponen como ejemplo al Secretario General del gremio, que cambió su coche, aquel que tenía como único capital y movilidad hace unos 3 o 4 años atrás, un 404 de color marrón y con piso de madera, que le había implementado para no perder los asientos; por una poderosa y reluciente VW Tuareg, campeona del rally.
Según lo que dicen los empleados, es indudable que el hombre tiene un gran conocimiento de los caminos de la provincia, y que con la 4×4 transita mucho más cómodo que con su viejo Peugeot, al que le entraba tierra por todos lados.
Es más, dicen que el VW Vento que también había adquirido hace poco, se lo regaló a su mujer y no lo habría entregado como parte de pago de la camioneta.
Los empleados viales chochos, por lo menos a alguien del sector le va bien.
