“No estoy en pedo, fue un accidente de trabajo”
Según los mentideros, el hombre se encontraba en total estado de ebriedad, que persistía incluso cuando llegó al hospital.
Según comentan los mentideros, en el último fin de semana, el sereno de un importante organismo descentrelizado fue llevado al sanatorio porque había sufrido un golpe en la cabeza.
Aparentemente, quisieron que la lesión pasara como un accidente de trabajo, pero se dice que el hombre había llegado al organismo ya herido y excedido de copas.
Quienes socorrieron al infortunado sereno relataban que todavía en el hospital le duraba la borrachera, mientras aseguraba, con la cabeza rota y entre balbuceos que “no estaba en pedo, fue un accidente de trabajo”.
Es más, según los mentideros, este es un organismo que en los últimos tiempos se ha caracterizado por la abundancia de alcohol (principalmente en las fiestas de despedida en donde no se regateaba nada y cuyo desmanejo le costó el cargo al anterior titular) y de gatos, no precisamente en el tejado.
